Tirón de orejas al país que dejó la puerta de entrada a Europa abierta de par en par para los rusos
El presidente alemán pide a Hungría que mantenga la unidad en la UE sobre Ucrania.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, que ha estado de visita en la ciudad húngara de Sopron, ha pedido a las autoridades locales que mantengan la cohesión en la Unión Europea. Todo un tirón de orejas al primer ministro, Viktor Orbán, el ultraderechista que se ha convertido en el mandatario comunitario más cercano a los posicionamientos de Rusia.
Como informa la cadena germana DW, Steinmeier también destacó la importancia de una posición unida de la UE para apoyar a Ucrania, que se defiende de la invasión rusa a gran escala, por encima de las voces discordantes, como la del populista húngaro, que ha puesto problemas a la aprobación de paquetes de ayuda a Kiev y de sanciones a Moscú.
Después de la reunión con el presidente húngaro, Tamás Sulyok, Steinmeier dijo que el papel importante de Hungría como actual presidencia del Consejo de la UE es "fortalecer la unidad dentro de la UE y promover soluciones comunes constructivas para nuestros asuntos futuros comunes". Y añadió que esperaba que Hungría "aceptara y cumpliera este papel".
También destacó, en particular, la necesidad de mantener una posición común sobre la ayuda a Ucrania. "No debemos dejar lugar a dudas de que la OTAN y la UE están unidas en su apoyo a Ucrania", defendió.
A finales de julio, el Ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radosław Sikorski, dijo que Hungría se estaba quedando más aislada en la UE y su posición irritó a los demás Estados miembros.
Una de sus medidas más polémicas entró en vigor el 9 de julio pasado. Desde entonces, Hungría emite las llamadas "tarjetas nacionales" a solicitantes de Rusia y Bielorrusia. No son visados Schengen, que permiten el acceso sin trabas a gran parte de la Unión Europea, sino permisos de trabajo y residencia válidos para Hungría. Cualquier Estado miembro de la UE puede expedir tarjetas nacionales. Hungría las emite también a ciudadanos de Ucrania, Moldavia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia del Norte. Los ciudadanos de estos ocho países que quieran trabajar o crear una empresa en Hungría, pueden presentar una solicitud para conseguirlo.
De esta manera, las autoridades húngaras quieren atraer mano de obra procedente de Rusia, que será destinada principalmente a la construcción de una nueva central nuclear de la empresa rusa Rosneft en Hungría. Las solicitudes de tarjetas nacionales se tramitarán de forma más rápida y no se exigirán controles de seguridad especiales.
Según el código de visados, que se aplica a todos los Estados miembros del espacio Schengen, es necesario verificar los datos de los solicitantes en el Sistema de Información de Schengen (SIS), en el que figuran los delincuentes buscados o las personas que suponen una amenaza. Además, no es posible expedir ni visados ni tarjetas nacionales a varios centenares de personas de Rusia y Bielorrusia sujetas a sanciones de la UE.
En una carta al Consejo de Ministros de la UE, el líder del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber, expresó su preocupación por si esta nueva práctica húngara puede suponer una amenaza para la seguridad. Rusia y Bielorrusia son países percibidos como una amenaza en la Unión Europea, y la nueva práctica húngara ofrecería resquicios a posibles espías y saboteadores rusos. Weber ha pedido a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE que aborden el tema de las "tarjetas nacionales" de Hungría en su próxima cumbre de octubre.