Temor de la población de este país de la UE por los nuevos almacenes de munición
Ocho posibles localizaciones, ocho noes.
El Ministerio de Defensa neerlandés tiene un problema: está buscando un lugar para un nuevo gran depósito de municiones, pero ya sólo el debate de dónde colocarlo en el mapa está provocando protestas entre los residentes. Actualmente se están considerando ocho ubicaciones para el silo, pero es que nadie lo quiere. En mi suelo, no.
Los lugareños, informa el diario NOS, temen tener que abandonar sus hogares debido a las estrictas normas de seguridad que deberán implementarse en torno al futuro depósito de municiones, más aún en un entorno de celo redoblado ante amenazas de guerra híbrida como las que plantea Rusia, que incluyen hasta el espionaje o el colaboracionismo.
El diario sostiene que para el gran almacén de Defensa se necesitaba una superficie de 70 hectáreas. Una localización de esta naturaleza debe cumplir numerosos requisitos, entre ellos, tener conexiones con las principales carreteras, vías navegables interiores y ferrocarriles, además de tener el menor número posible de edificios cerca y, por tanto, de vecinos, cuidando las trayectorias de vuelo de los aviones. También deberían crearse cuatro zonas de seguridad alrededor del almacén, cuando se levante.
A partir de estas condiciones se identificaron ocho posibles sitios en diferentes municipios. Las autoridades locales de las regiones han saltado ante la filtración de estos planes y afirman que comprenden las necesidades de los militares, pero no quieren tener una instalación de este tipo en su territorio, incluso si el Ejecutivo les da incentivos, como pasa en las zonas con centrales nucleares.
El diario local se ha trasladado a la zona y ha hablado con algunos afectados. "Al principio pensé que era una broma, realmente miré mi buzón con desesperación", dice Dorien Brussen, de Toldijk. Su casa tendría que ser demolida si el almacén llegara a Hummelo. El municipio de Buren indica que tiene "grandes objeciones", en Dalfsen hay "grandes interrogantes" y en el municipio de Dinkelland, el ayuntamiento "no está contento, por decir lo menos" de que se haya identificado Weerselo como posible lugar. En los municipios de Dronten, Zevenaar y Bronckhorst tampoco hay mucho entusiasmo y los residentes "empiezan a agitarse".
Además de los grandes depósitos de municiones, las Fuerzas Armadas de los Países Bajos están buscando lugares para instalar instalaciones de almacenamiento más pequeñas, desde las que se puedan transportar y utilizar rápidamente los proyectiles, ganando en movilidad y ampliando en el territorio su cobertura.
Y es que su arsenal va creciendo. El mes pasado, el Ministerio de Defensa holandés encargó morteros autopropulsados CV90 Mjolner. Los sistemas se comprarán a la empresa sueca BAE Hägglunds, que fabrica el módulo de mortero Mjolner. Según el plan, las primeras entregas de morteros autopropulsados CV90 Mjolner comenzarán en 2028. Mejorarán las capacidades de apoyo de fuego del ejército holandés.
Es una dinámica similar a la aplicada en otros estados occidentales, donde la invasión rusa de Ucrania ha disparado la inversión en defensa. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo a principios de este mes que el mundo se está volviendo cada vez más peligroso . Esto exige algo de la alianza y también de la defensa holandesa. Una de las principales razones por las que la organización necesita expandirse es porque otros países de la OTAN están alcanzando los límites de su capacidad de almacenamiento.