El temerario plan de los helicópteros ucranianos a máxima velocidad y a ras del suelo
La misión casi imposible tuvo lugar en Mariúpol (Ucrania).
Este 24 de febrero se cumplirán dos años desde el inicio de la guerra en Ucrania. A lo largo de este tiempo, se han sucedido misiones altamente peligrosas por parte de ambos bandos que poco a poco van saliendo a la luz.
Una de ellas, a la que incluso cabría tildar como misión temeraria, es la que ha publicado en las últimas horas Time. El plan, que corrió a cargo de Ucrania, se basó en utilizar helicópteros a máxima velocidad y a ras del suelo para sobrevolar territorio controlado por Rusia y así poder reabastecer de municiones y suministros médicos a los defensores ucranianos que se encontraban bloqueados en la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol (Ucrania).
Aunque en Mariúpol la victoria rusa era segura, para Ucrania era importante seguir defendiéndola. El motivo es que los recursos que invirtiera allí el país presidido por Vladímir Putin no se destinarían a otros puntos clave como Kiev, que en el comienzo de la contienda estaba amenazada por las fuerzas rusas.
En consecuencia, Ucrania se decidió a emprender esa misión casi suicida. El objetivo era claro: lograr que los defensores ucranianos de Azovstal pudieran seguir resistiendo sin entregar la ciudad de Mariúpol a Rusia.
42 minutos sobrevolando territorio controlado por Rusia
De esta forma, el 21 de marzo de 2022 se llevó a cabo la primera de estas misiones de reabastecimiento. Para ello, dos helicópteros Mi-8 realizaron un vuelo de infiltración en el que atravesaron los sistemas de defensa aéreos rusos. Para lograrlo, los aparatos volaron a máxima velocidad y mínima altura, por debajo de la línea de árboles en muchas zonas.
Volar prácticamente a ras del suelo redujo el riesgo de que los helicópteros fueran alcanzados por los sistemas de defensa aérea enemigos. Sin embargo, esa bajísima altura los expuso a las granadas propulsadas por cohetes. Además, también tuvieron que evitar otros obstáculos como los cables eléctricos y los propios árboles.
En concreto, los helicópteros despegaron desde un aeródromo ubicado a las afueras de Dnipro (Ucrania), exactamente 82 kilómetros al noreste de Mariúpol. El vuelo de infiltración, entre ida y vuelta, duró 80 minutos. 42 de ellos fueron críticos, ya que se sobrevolaba territorio controlado por Rusia.
Pese a tratarse de un plan muy complicado, la misión acabó resultando exitosa. El único problema fue que uno de los helicópteros dañó su rueda al chocar contra un árbol.
Ese resultado positivo hizo que, tras esa primera misión de reabastecimiento, en las semanas posteriores se repitieran otras misiones similares que también tuvieron como destino la planta siderúrgica de Azovstal.