Tanto político de Palestina: Jericó, ciudad más antigua del mundo, ya es Patrimonio de la Humanidad
Israel, que mantiene ocupada parte de Cisjordania, donde se enclava la ciudad, ha intentado frenar la decisión de la Unesco por ser "distorsionada", a su juicio.
El comité de la Unesco inscribió este fin de semana la Antigua Jericó, la considerada ciudad más antigua del mundo situada en Palestina, como Patrimonio Mundial de la Humanidad en la convención anual que se celebra en Riad.
Sin ninguna intervención, el comité de 21 miembros aprobó rápidamente la inscripción de este sitio, que se suma a los tres lugares que Palestina ya tiene en el listado de la agencia de la ONU, como la Iglesia de la Natividad y la ruta de peregrinación, en Belén.
Tras la aprobación, la delegación palestina señaló que esta es la primera vez que presentan una candidatura realizada únicamente por personal local y agradeció "la inmediata inscripción" gracias a la "singularidad" de este bien, entre otros elementos.
Antigua Jericó o Tel es Sultán es conocida como la ciudad más antigua y la situada más por debajo el nivel del mar del mundo, situada en un oasis verde del valle del Jordán, muy cerca del río Jordán, el Mar Muerto y Jerusalén.
Encarna 10.000 años de desarrollo humano, evidenciado por su secuencia estratigráfica vertical que consta de aproximadamente 23 capas arqueológicas, que albergan los restos de varias civilizaciones, incluyendo sistemas de fortificación, casas residenciales, impresionante arquitectura pública y ejemplos del culto neolítico a los antepasados, desaparecido hace mucho tiempo.
Como la ciudad fortificada más antigua del mundo que ha estado continuamente habitada, constituye un hito fundamental en la historia de la humanidad, y como primera sociedad asentada basada en la domesticación de plantas y animales, Antigua Jericó significa la aparición de uno de los principales centros de la revolución neolítica, describe la Unesco.
Respaldo y críticas
La decisión supone un espaldarazo a las aspiraciones palestinas, que ansía tener un estado reconocido también en Naciones Unidas; ahora su estatus es el de observador, no miembro, desde 2012, lo que le permitió la entrada en determinadas agencias de la ONU, como ha sido el caso de la Unesco. Israel, por eso, tachó hoy de "distorsionada" la decisión. Tel Aviv ocupa parcialmente cisjordania, donde se ubica Jericó, y siempre ha defendido que, en cualquier negociación de paz, reclamará el Valle del Jordán en que se enclava, un punto fronterizo con Jordania y de riqueza agrícola importante.
Según lamentó el Ministerio de Exteriores israelí, la decisión de hoy no es equilibrada, supone "una señal más del uso cínico de la Unesco por parte de los palestinos" y marca otro indicador "de la politización de la organización". Ante ello, "Israel actuará para cambiar las decisiones distorsionadas que se han tomado".
A su vez, criticó que la inscripción de este yacimiento -una iniciativa palestina- se está separando de otros sitios históricos judíos y cristianos de la región, en lo que se interpreta como una queja de Israel por el hecho de que considera que los palestinos están imponiendo su propia versión y narrativa de la historia.
Este lugar, situado a dos kilómetros del centro de la actual Jericó, ciudad bajo un frágil autogobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), es el tercer lugar en Cisjordania -región ocupada por Israel desde 1967- en recibir tal reconocimiento tras la Iglesia de la Natividad y la ruta de peregrinación, en Belén.
Israel abandonó oficialmente la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en 2019, al alegar que tenía un sesgo antiisraelí y que disminuía el valor del vínculo histórico judío con Tierra Santa. Sin embargo, los sitios del país siguen figurando en la Lista del Patrimonio Mundial, e Israel todavía envía representantes al Comité del Patrimonio Mundial, como sucedió esta vez en Riad.
Fue la primera vez que una delegación israelí viajó oficialmente a Arabia Saudí, pese a que ambos países no tienen lazos diplomáticos oficiales, lo que ilustra su creciente acercamiento.