Serbia se planta contra los rumores de alianza con Rusia: "No somos representantes de nadie"
"Sería bueno si hubiera aprendido esa lección en 1999... Serbia no servirá a nadie, a ninguna gran potencia. Serbia servirá sólo a su propio pueblo".
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, se ha plantado ante las acusaciones de ser un país cercano a Rusia. Su nación, dice, "no es el representante de nadie, ni de Estados Unidos, ni de Rusia ni de nadie más", enfatizó en un acto en Rudno, al suroeste. En un tono muy contundente, respondía sobre todo a una afirmación del exgeneral estadounidense y de la OTAN Wesley Clarke, quien dijo que Serbia era un representante de Vladimir Putin en los Balcanes y que Vucic, en particular, quería crear una Gran Serbia.
"Mi mensaje al señor Clark es: para todos los que observan lo que Serbia está haciendo, está claro que no somos un representante de nadie. Pero al igual que no somos un representante de Rusia, tampoco somos un representante de Estados Unidos, y nunca lo seremos". "Aquí vive una nación amante de la libertad que siempre ha respetado y valorado su libertad por encima de cualquier otra cosa y ha muerto por ella porque sabía que no hay nada más importante que la libertad", añadió Vucic a los periodistas cuando se le pidió que comentara la declaración del militar.
"Sería bueno si hubiera aprendido esa lección en 1999... Serbia no servirá a nadie, a ninguna gran potencia. Serbia servirá sólo a su propio pueblo", dijo ahondó. El mandatario señaló que Clark había dejado una "marca indeleble" en los Balcanes al matar a serbios y a niños serbios en la agresión de la OTAN de 1999, de paso.
"Me alegro de que disfruten atacando a Serbia; eso significa que nos hemos vuelto más fuertes y más poderosos. Y que tengan que usar falsedades al hacerlo, ya que esto es una prueba más de que son bastante impotentes en su odio y malos tratos hacia nuestros país", ironizó Vucic.
El presidente estadounidense, Joe Biden, también dijo de que el bombardeo de la OTAN de 1999 había tenido como objetivo impedir una limpieza étnica de los albaneses en Kosovo-Metohija, y por eso fue consultado igualmente el presidente. Vucic respondió que la declaración reflejaba la interpretación oficial de todas las potencias occidentales que habían participado en el agresión a la entonces República Federativa de Yugoslavia.
"¿Cómo es que cuando Rusia invade Ucrania, las potencias occidentales lo llaman agresión, pero cuando invaden el territorio de Serbia, entonces no es una agresión para ellos, sino un intento de salvar a alguien?", se preguntó.
"Necesitamos buenas relaciones con todos. Las construiremos tanto con los estadounidenses como con los rusos. Excepto que me gustaría pedirles que aprendan una pequeña lección sobre los serbios y Serbia: que amamos la libertad más que nada y que no queremos ser serviles y congraciarnos con nadie", añadió Vucic.