Rusia tiene un serio problema marítimo
Las restricciones de la UE a la importación de crudo ruso están afectando a los planes del Gobierno de Putin de enviar en 2023 más del 80 % de sus exportaciones de petróleo.
El 5 de diciembre de 2022 entró en vigor el embargo de la Unión Europea al petróleo procedente de Rusia por vía marítima, medida que coincidió con la imposición por la UE, el G7 y Australia de un precio tope de 60 dólares al barril de crudo ruso.
Además, el día 5 de febrero la Unión Europea, el G7 y Australia comenzaron a aplicar también precios máximos a los productos derivados del petróleo ruso: 100 dólares por barril de diésel y de 40 dólares por barril por otros derivados.
Pese al veto de las importaciones, Rusia enviará a lo largo de 2023 más del 80 % de sus exportaciones de petróleo y el 75 % de las de derivados a "países amistosos", según el viceprimer ministro ruso, Alexandr Novak. El responsable de sector energético ruso, al mismo tiempo, señaló que la postura rusa frente a los Estados que respaldan las restricciones ilegítimas de precio impuestas al crudo ruso se mantiene inalterable. "Esos países no recibirán petróleo ruso", recalcó.
Para lograr su objetivo y saltarse las restricciones, Rusia ha tenido que buscar alternativas para poder transportar su crudo, principalmente hasta Asia, y por eso utiliza las aguas internacionales para trasladar los barriles de petróleo entre embarcaciones. Una operación pensada para ahorrar tiempo y dinero, pero que podría fracasar por un error de cálculo del Gobierno de Vladimir Putin.
Según el estratega petrolero de Bloomberg, Julian Lee, la flota de barcos rusos que transporta petróleo evitando el bloqueo de la Unión Europea es demasiado pequeña, además de poco eficiente y nada rentable, como para completar grandes envíos a distancias tan lejanas como pueden ser China o India.
Esto ha hecho que Rusia vuelva a depender, cada vez más, de los grandes petroleros de propiedad europea, que tienen prohibido transportar petróleo ruso, y no pueden obtener un seguro para hacerlos si la carga cuesta más de 60 dólares por barril. Ahora bien, si el ejecutivo de Putin acepta las condiciones del tope de precios, entonces sí podrá utilizar las navieras y las empresas occidentales.