Rusia está utilizando un arma química desconocida que desconcierta a Ucrania

Rusia está utilizando un arma química desconocida que desconcierta a Ucrania

Kiev reporta el uso de nuevos gases que desorientan a los soldados, a los que pueden entonces atacar más fácilmente en campo abierto. Sus consecuencias por ahora no están claras. 

Soldados rusos en un blindado, en una imagen sin localizar y sin datar difundida por el Ministerio de Defensa de Moscú.AP

Nueva preocupación en la invasión rusa de Ucrania. Ahora, por las informaciones que indican que Moscú está ha utilizado gases contra Ucrania y que lo ha hecho más de 4.000 veces sólo este año. Se trata de un arma química nueva que está desconcertando a Kiev y cuyas consecuencias aún se desconocen. 

Según expone el digital alemán T-online, citando información ucraniana, en el pasado se utilizaban principalmente granadas que contenían gases lacrimógenos. El uso de armas químicas se considera un crimen de guerra, incluido el compuesto clorobencilidenmalonitrilo, que es el que probablemente utilizan los rusos.

El gas lacrimógeno es ahora bastante conocido en Ucrania: los soldados y civiles heridos pueden ser tratados de forma rápida y eficaz, porque se sabe a qué se enfrentan. Pero Rusia, aparentemente, está utilizando en los últimos tiempos un nuevo gas, "que causa síntomas similares a los del clásico gas lacrimógeno". Kiev se enfrenta a un "enigma", como lo llama el periódico local Kyiv Independent.

Se han identificado muchas otras armas químicas rusas desde que se inició la "operación militar especial", en febrero de 2022, como explica el coronel ucraniano Artem Vlasiuk, experto en armas químicas. Pero en este caso es diferente: sólo 15 de los 323 ataques de octubre pudieron atribuirse a uno o más gases; la situación de los 308 restantes no está clara.

Las granadas de gas venenoso están destinadas a atraer a los soldados fuera de las trincheras, indican los medios citados. 

Se espera que Rusia utilice el nuevo agente particularmente en la región rusa de Kursk, donde las tropas ucranianas han estado causando problemas a Moscú durante meses. Varios soldados sufrieron recientemente síntomas de un ataque con gas venenoso sin que los sistemas ucranianos detectaran este gas. El Kyiv Independent habla de 2.100 soldados ucranianos heridos en ataques con gas, sin explicar cuánto duró este período.

La idea detrás de los ataques químicos es diferente, independientemente de si se trata de granadas de gas lacrimógeno convencionales o de la nueva y desconocida variante: drones rusos lanzan granadas con gas venenoso en las trincheras ucranianas, no para matarlos allí, sino para matarlos mientras conducen a campo abierto. Allí, los ucranianos son presa fácil de los ataques con drones rusos. Los desorientan, los atacan. 

En realidad, identificar el gas no es difícil, afirma Vlasiuk. Pero Ucrania carece del equipo adecuado, que tiene un precio de seis cifras por pieza y necesita de formación adicional por parte de especialistas. Sin estos dispositivos, a los ucranianos les resulta difícil demostrar el uso de armas químicas por parte de los rusos, especialmente ante sus socios internacionales. Tratar los síntomas también es un desafío, además, sin este conocimiento.

El hecho de que Rusia lleva mucho tiempo utilizando armas químicas contra Ucrania tampoco es un secreto para Occidente: Estados Unidos y el Reino Unido, entre otros, han impuesto sanciones a varias empresas y laboratorios de investigación rusos. El experto británico en armas químicas Hamish de Bretton-Gordon estima que casi uno de cada tres soldados ucranianos ya ha sido víctima de ataques rusos con gas.

Según información ucraniana, Rusia utiliza actualmente un poco menos de armas químicas que últimamente, pero vuelve a producir cada vez más granadas de gas RG-Vo, de contenido desconocido.