Rusia clona el temido dron de EEUU con bombas ocultas
Ha creado un avión "invisible" para realizar para misiones de ataque y reconocimiento táctico.
Un Su-57 ruso derribó el pasado domingo un S-70 Okhotnik-B. Todo indica a que fue un error, pero no ha quedado muy claro por qué Rusia destruyó una de sus aeronaves más avanzadas, secretas, y costosas. Lo que sí resulta evidente es que el incidente ha venido muy bien a las tropas ucranianas, que han recogido los restos del avión y ya están siendo analizados por expertos de EEUU y la OTAN.
El S-70 Okhotnik-B es un dron de combate prácticamente invisible desarrollado conjuntamente por Sukhoi y MiG, diseñado para realizar misiones de reconocimiento y ataque. Su coste estimado oscila entre 30 y 50 millones de dólares, en función de su configuración y equipamiento específico.
¿Copia estadounidense?
El portal Warrior Maven informa citando a la agencia de noticias rusa TASS de que Rusia lleva años intentando copiar la la exitosa red de la Fuerza Aérea de los EEUU llamada 'Loyal Wingman', una aeronave no tripulada o autónoma que opera en conjunto con una aeronave tripulada. Combina el F-35 , F-22 y el dron Valkyrie.
Rusia pretende desarrollar también un equipo tripulado-no tripulado mediante el Okhotnik y el Su-57 ruso de quinta generación. El proyecto comenzó en 2011, cuando el Ministerio de Defensa ruso encargó a Sukhoi la creación de un dron pesado para misiones de ataque y reconocimiento táctico que sea difícil de detectar. Para ello, está fabricado con materiales compuestos y recubrimientos.
Al Okhotnik se han incorporado tecnologías avanzadas procedentes del caza Su-57 de quinta generación para actuar como escolta del Felón, proporcionando apoyo adicional en labores de reconocimiento y ataque. Así, se ha convertido en una aeronave extremadamente peligrosa, ya que, además de resultar sigilosa, también actúa como un dron de ataque armado.
En cuanto a sus dimensiones, el Okhotnik pesa unas 20 toneladas y tiene una envergadura de 20 metros aproximadamente. El dron está propulsado por un turbofán AL-41F, parecido al que emplean los cazas Su-57. Alcanza una velocidad máxima de 1.000 km/h y transporta su carga de bombas y misiles internamente.