Respuesta contundente de Rusia por la entrada del F-16 a la guerra
La amenaza para Rusia ha aumentado de manera considerable.
La petición de Ucrania a Occidente respecto al envío de los cazas F-16 y la respuesta dubitativa por parte de algunos de los países aliados, está generando todo tipo de reacciones contrarias en el seno del gobierno de Putin, que durante esta semana ha anunciado que, decisiones como estás, pueden acarrear acciones de Rusia contra estos territorios.
En palabras del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, el suministro de los F-16 por parte de Occidente a Ucrania supone una "escalada inaceptable" en la guerra. "Esta es una escalada inaceptable. Creo que todavía hay personas razonables en Occidente que entienden esto, pero (...) la tarea de Estados Unidos es debilitar a Rusia, infligirle una derrota estratégica", ha declarado a la agencia rusa TASS.
La postura de los principales países aliados se avecina de suma trascendencia, y más desde que este asunto salió a la palestra -allá por enero-, cuando el gabinete de Joe Biden aseguró que Estados Unidos "no enviará" ningún caza F-16 a tierras ucranianas, unas palabras que han ido matizando durante los últimos meses y cada vez parece una hipótesis más real.
Por su parte, Ucrania, a través de su presidente, continúa tensando la cuerda y forzando a Occidente al envío de estos aviones y tildando su envío de "enorme importancia" en el devenir del conflicto.
Por el momento, la mayoría de países, encabezados por EE.UU no han accedido a dicha petición, aunque se han mostrado favorables, de hecho muchos países lo están haciendo, a entrenar a los pilotos ucranianos para el manejo de dichas aeronaves.
Entre los países que se han mostrado más activos a ayudar a Ucrania y por consiguiente, favorables al envío de cazas por cercanía geográfica con el conflicto, han sido Polonia y Eslovaquia, quienes ya han realizado el envío de sus cazas MiG-29 de fabricación soviética, algo que para Ucrania es insuficiente y por tanto exigen los F-16.