Qué posibilidades tiene Kamala Harris de ganar a Donald Trump
Los sondeos muestran que la demócrata, de ser confirmada candidata a la Casa Blanca, podría tener un mejor desempeño que Joe Biden, aunque el republicano sigue liderando todas las encuestas.
El anuncio del presidente estadounidense, Joe Biden, de que abandona la candidatura presidencial demócrata de cara a las elecciones de noviembre es, a la vez, un alivio y un problema para su gente. Buena parte del partido quería ese paso, porque no lo veían en condiciones de tener un buen desempeño vistos sus despistes, derrapes y ausencias, pero ahora toca buscarle un sustituto.
La actual vicepresidenta, Kamala Harris, es la favorita para ello, pero no hay unanimidad y quedan días por delante de incertidumbre. El propio Biden la ha respaldado y la considera su apuesta para las elecciones, pero el presidente, por más que tenga ascendiente, no tiene la decisión final. Biden fue explícito en su apoyo a su vicepresidenta, Kamala Harris, como su sucesora, pero en la terna también hay gente como la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, el gobernador de California, Gavin Newsom, el gobernador de Illinois, JB Pritzker o el gobernador de Pennsylvania, Josh Shapiro.
Aún así, a la vista de los notables apoyos que está cosechando la exfiscal y el dinero recaudado en apenas unas horas, es en ella en la que se posan todas las miradas y análisis, por más que otros nombres crucen por las tertulias, como la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer; el gobernador de California, Gavin Newsom; el de Illinois, JB Pritzker, o el de Pennsylvania, Josh Shapiro, o el secretario de Transporter, Pete Buttigieg. Entre los demócratas, la única alternativa a Harris que obtiene muchos mejores resultados ante Trump es la exprimera dama Michelle Obama, quien ha rechazado cualquier posibilidad de buscar la candidatura presidencial.
Así que surge la gran pregunta ¿podrá ella derrotar a un Donald Trump que está imbatible en los sondeos desde hace más de dos años?
De acuerdo con un sondeo de la cadena norteamericana CNN, los demócratas, de entrada, tienen muchas más posibilidades de ganarle a Trump con cualquier candidato que no sea Biden. En términos generales, los sondeos también han mostrado que, de todas las alternativas que más suenan, es Harris quien obtiene mejores resultados ante el republicano, a pesar de que éste ha dicho que será mucho más fácil vencerla a ella que al actual mandatario.
Un sondeo de la semana pasada de la cadena CBS le daba a Trump tres puntos de ventaja frente a Harris y cinco ante Biden. Otra más de la CNN dice que Harris puede comerse los dos puntos de fallo que suelen tener las encuestas, poniéndose a 45-47 respecto de Trump. En esa horquilla puede escribirse todo. Y otra encuesta, esta de la firma Bendixen & Amandi Inc, coloca a Harris con ventaja de un punto porcentual sobre Trump (42 contra 41%), con 12% de indecisos. La NPR también le da a Harris un punto porcentual de ventaja sobre el magnate republicano (50 contra 49%). Son los dos únicos sondeos en los que ella va por delante, aunque sea ligeramente. La posición de Harris, igual que la de Biden, mejora siempre se se saca de la ecuación al candidato independiente Robert Kennedy Jr, quien rechaza bajarse de la contienda.
Así pues, lo que arrojan las entrevistas a los estadounidenses es que Trump está por delante pero no puede dormirse en los laureles porque el empate técnico está cerca, con Harris mejorando el desempeño de Biden en unos dos puntos de media.
El líder republicano, que ha llamado "loca" y "patética" a Harris en las últimas jornadas, no tiene aún en sus encuestas consignado el efecto que puede tener en los votantes el intento de asesinato de hace nueve días, igual que está por ver si Harris tiene efecto botella de champán, ahora que puede haber una candidata nueva, mucho más joven y activa que Biden peleando por el Despacho Oval.
Temor republicano
Aún así, interna y públicamente, hay republicanos que han reconocido que Harris sería la favorita para reemplazar a Biden y que eso les puede traer dolores de cabeza. El senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur, advirtió en una entrevista televisiva que los conservadores deben estar preparados para una "carrera completamente diferente" si Harris, a quien describió como una candidata "vigorosa", se convirtiera en la nominada.
Los de Trump temen que, si se enfrenta a ella, le salga el ramalazo racista y misógino en cualquier debate o mitin y le diga alguna barbaridad en campaña que lo acabe hundiendo. Argumentos tendría pocos contra ella, además, porque se le acabaría hasta el de la edad de Biden, central en sus intervenciones.
Por eso, voces como la de Graham enfatizan ya su marca progresista, de California, sugiriendo como un delito que Harris está más cerca en términos políticos del líder de izquierda Bernie Sanders que de Joe Biden, en lo que parecía ser un atisbo de una línea de ataque republicano en caso de que ella finalmente asuma la candidatura.
Tienen el miedo añadido de que sea perteneciente a dos minorías (es afroasiática), y además muchos expertos descartan las encuestas hasta hoy y dicen que hay que leer el porvenir con el sentimiento transformado que supone una nueva candidatura, ya que Biden se ha retirado.
Lo que aporta
Harris, hija de madre india y padre jamaiquino, obtiene mejores resultados en las encuestas que Biden entre votantes negros, latinos y jóvenes, sectores electorales críticos que ella podría dinamizar como nominada. Pero otra cuestión incierta es si realmente aumentaría la participación entre los votantes más jóvenes de color.
Desde que la Corte Suprema derogó el derecho constitucional de las mujeres al aborto en 2022, acabando con el famoso precedente Roe vs Wade, Harris se ha convertido en la principal voz de la Administración Biden sobre los derechos reproductivos, un tema en el que los demócratas están apostando para ganar las elecciones, por convicción propia y por decreimiento de su enemigo, Trump.
Algunos de sus correligionarios creen que Harris podría revitalizar los grupos de tendencia demócrata cuyo entusiasmo por Biden se ha desvanecido, incluidas las mujeres, los votantes negros y asiáticos (minorías a las que pertenece ella misma), los sindicados latinos, los votantes jóvenes. La palabra de moda entre los columnistas defensores de Harris es "energizar la base", reconquistarla, movilizarla, darle deseos de volver a votar y a confiar, devolverlos al redil. Los sondeos dicen que no sólo es bien vista en capitales y en personas con altos estudios, sino que sube en las mujeres de los suburbios, incluso republicanas moderadas, que pueden sentirse más cómodas con una igual al frente.
Queda menos de un mes para la proclamación, semanas que prometen mucha emoción entre los demócratas... y mucho ventilador desde los republicanos.