Putin tira de retórica nuclear e insinúa el fin de la guerra

Putin tira de retórica nuclear e insinúa el fin de la guerra

"La implicación es que Moscú cree seriamente que un alto el fuego puede estar en el horizonte, ya sea por la presión estadounidense o por el agotamiento de Ucrania".

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una imagen de archivo.EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN

En la sesión del Consejo de Seguridad del 25 de septiembre, el Gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que los Principios Básicos de la Política Estatal en Materia de Disuasión Nuclear, adoptados originalmente en 2020, serán revisados, tras un período de reflexión que comenzó en junio. En particular, afirmó que los aliados cercanos –presumiblemente incluido el socio más cercano, Bielorrusia– también estarán bajo la protección del paraguas nuclear de Rusia y que se ampliarán las condiciones para el uso de la energía nuclear.

Esto hace afirmar al analista Mark Galeotti, director de la consultora Mayak Intelligence y profesor honorario de la Escuela de Estudios Eslavos y de Europa del Este de la London's Global University (UCL), que Putin"está de nuevo a la caza de los nervios de Occidente" por la vía atómica. En un análisis en la web especializada Intellinews, expone que hay división de opiniones en la comunidad internacional, "entre considerarlo una amenaza grave y un acto de retórica intimidatoria", pero esta maniobra también tiene "otra dimensión", que sugiere que Moscú "está dando la impresión de que está llegando a un punto final en Ucrania", añade. Esto es más novedoso.

"Mientras que antes se trataba de un primer ataque hostil o de un ataque convencional que planteaba una amenaza existencial al Estado, Putin sugiere ahora que un ataque aéreo y espacial masivo, que incluyera misiles y drones (que, después de todo, podrían llevar ojivas nucleares), entraría en la definición de un primer ataque potencial", explica el profesor. 

Lo más interesante, dice, es que un ataque "serio" por parte de un Estado sin armas nucleares, pero con la participación o el apoyo de un Estado nuclear, "podría considerarse un ataque conjunto y enfrentar las represalias adecuadas. Está bastante claro que tiene en mente una Ucrania respaldada por Estados Unidos".

¿Es realmente un cambio importante?, se pregunta. Y se responde. La doctrina, indica, "refleja el pensamiento básico del Estado ruso", pero es "poco probable que por sí sola limite las acciones de Putin". "No lanzaría ni detendría un ataque sólo porque su doctrina así lo diga", sostiene. En gran medida, es probable que se trate de una operación de información más, concluye. 

"Putin sabe perfectamente que Occidente toma nota cuando habla de armas nucleares y que algunos sectores se alarman y vuelven a empezar a agitar para que se ponga fin a la guerra, no sea que las hostilidades se salgan de control", ahonda. Teniendo en cuenta que en la actualidad Washington sigue considerando la solicitud de permitir que Kiev utilice sus misiles ATACMS, así como los sistemas anglo-franceses Storm Shadow/SCALP contra objetivos más al interior de Rusia, es posible que haya considerado que era un momento oportuno para agitar las aguas.

Entiende Galeotti que "podría haber tenido el mismo impacto político con un simple comentario al azar". "No tuvo que iniciar una revisión del documento de la doctrina nuclear, algo que ha consumido un esfuerzo considerable en el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor y la Secretaría del Consejo de Seguridad. Esto es más que un simple ruido de sables", detalla.

¿Será que teme algún tipo de ataque nuclear contra la Madre Patria, o que una Ucrania apoyada por Estados Unidos pueda montar una invasión seria de Rusia en una escala mucho mayor que la incursión en Kursk? "Es poco probable", se reponde este experto. De hecho, "Putin ha sido a menudo más cauteloso y conservador de lo que implican la letra de la ley y la doctrina". Aunque cuatro regiones de Ucrania fueron anexadas formalmente en septiembre de 2022, por ejemplo, "Putin -por razones políticas totalmente egoístas, por cierto- no ha enviado reclutas a luchar en el Donbas, aunque eso sería legal, aunque profundamente impopular", según recuerda.

Además, esto "no hace nada" para acercar la amenaza del uso de un arma nuclear no estratégica (NSNW) ni contra Ucrania ni como amenaza demostrativa porque "hay serias consideraciones prácticas". Explica que todas las NSWS de Rusia "han estado guardadas en arsenales durante los últimos 25 años y necesitarían ser reacondicionadas antes de ser acopladas a su sistema de lanzamiento", un dato de peso. También sería casi seguro que sería necesaria una "detonación de prueba" antes de cualquier uso "en caso de ira", y dado que incluso el hipersónico Kindzhal, que alguna vez se promocionó como imposible de interceptar, ha demostrado ser vulnerable a los sistemas de defensa aérea Patriot, "Moscú presumiblemente tendría que lanzar múltiples misiles para atravesar el área". 

"Eso, por supuesto, suponiendo que hubiera un objetivo viable. Ucrania no concentra sus fuerzas de tal manera que proporcione un objetivo lógico, mientras que atacar una ciudad sería considerado una escalada masiva y un crimen de guerra injustificable en todo el mundo", sostiene.

Por eso su lectura es que "puede estar preparando el terreno para un futuro posterior al alto el fuego". "Es de suponer que Moscú intentará congelar su control de alrededor de una quinta parte de Ucrania, alargando cualquier negociación que, en cualquier caso, es poco probable que llegue a alguna solución. Si se le deja en control del Donbas, Crimea y el "puente terrestre" de Zaporizhia hacia la península, Putin probablemente estaría muy contento de tomarlo como una victoria, aunque se reservaría la opción de reanudar las hostilidades en algún momento en el futuro si la correlación de fuerzas pareciera favorable", contextualiza.

Mientras tanto, "querría disuadir cualquier intento de Kiev de recuperar los territorios ocupados". Guarniciones, trincheras y campos minados están muy bien, "pero la perspectiva de que Moscú considere un ataque de una Ucrania apoyada por Estados Unidos como posible motivo para una respuesta nuclear puede hacer dudar a Kiev", pero lo más probable es que "pese en la mente de los líderes estadounidenses, quienesquiera que sean en ese momento", con las elecciones en puertas. 

"La implicación es que Moscú cree seriamente que un alto el fuego puede estar en el horizonte, ya sea por la presión estadounidense o por el agotamiento de Ucrania", concluye.