Putin hace caja en España
Es algo por lo que el Parlamento Europeo está molesto.
22 meses después del inicio de la invasión rusa en Ucrania, la situación con el gas natural licuado (GNL) ruso que llega a la Unión Europea sigue preocupando a mucha gente y las cifras reflejan que la importación ha aumentado, según recoge El periódico de la energía.
De hecho, según señala el citado medio, España es el prinicpal importador europeo de dicho elemento energético entre los países europeos, con unos 5.200 millones de metros cúbicos (bcm) que han sido importados entre los meses de enero y septiembre de 2023.
Las terminales europeas que más GNL ruso han recibido en lo que va de año son Zeebrugge, Bélgica, seguida de Montoir-de-Bretagne, Francia, y Bilbao, España.
Las críticas del Parlamento Europeo
El pasado 9 de noviembre, el Parlamento Europeo criticó una resolución que Europa sigue siendo uno de los mayores clientes de combustibles fósiles de Rusia, debido a las importaciones de gas por gasoducto y gas natural licuado, por lo que demanda reforzar las sanciones para cerrar de forma efectiva el mercado de la UE al crudo ruso.
En el texto, que fue aprobado a mano alzada, los eurodiputados exigieron mejor coordinación en la aplicación de las sanciones existentes al petróleo ruso para cerrar el mercado de la UE a los combustibles fósiles rusos, además de imponer más sanciones a todas las grandes compañías petroleras de Rusia.
La Eurocámara denunció la compra continuada de los Veintisiete y las distintas excepciones de las que se benefician algunos países de la UE por lo que aboga por prohibir el transporte de petróleo ruso y las exportaciones de gas natural licuado en la UE, además de fijar un precio máximo al precio y volumen en las importaciones de fertilizantes rusos y bielorrusos.
Como solución, Bruselas defendió centralizar la supervisión del cumplimiento de las sanciones de la UE y propone un mecanismo de prevención y control del sorteo de las medidas.