Putin amenaza con armar a los otros enemigos de Occidente
El permiso de países amigos de Ucrania a usar sus armas ofensivamente en suelo ruso está cambiando los tonos y las amenazas.
Mientras se abre una intensa secuencia diplomática (celebraciones del Día D en Normandía, reunión en Italia del G7, conferencia sobre Ucrania en Suiza...), de la que Rusia está excluida o se ha excluido voluntariamente, Vladimir Putin eleva el tono contra los que un día fueron sus socios occidentales y hoy son sólo los aliados de Kiev.
En un nuevo mensaje amenazante, el mandatario ruso recordó a Occidente, usando justamente la palabra "socios", demostrando que no tiene la intención de dejar que ellos dicten solos la agenda internacional.
El presidente celebró el miércoles 5 de junio, al margen del Foro Económico de San Petersburgo, una larga rueda de prensa que reunió a las principales agencias de prensa mundiales, sobre todo del Sur Global del que Moscú quiere aliarse (como China, Irán, Turquía, Kazajstán o Azerbaiyán), pero también del oeste, con la presencia de la Agence France-Presse, Reuters y la italiana ANSA.
Este ejercicio estaba dirigido principalmente a los Estados occidentales, quedó claro. Por eso aprovechó para avisar de que si Occidente arma a Kiev, se ve justificado a armar a sus aliados, al bloque antioccidental, si es necesario.
Para demostrar una vez más la solidez de las posiciones rusas, Putin destacó en primer lugar el buen desempeño de su ejército en el teatro de operaciones ucraniano. "El ejército ucraniano pierde al menos 50.000 personas cada mes, entre muertas o heridas", afirmó, estimando que las operaciones de movilización en Ucrania no podrían cambiar la situación. Las pérdidas rusas serían “varias veces menores”, aunque el Kremlin lleva muchos meses sin dar datos de bajas precisamente para no escandalizar a sus ciudadanos.
La misma diferencia cuando se trata de prisioneros: se dice que 1.348 soldados rusos están cautivos en Ucrania, en comparación con 6.465 ucranianos detenidos en Rusia. Esta proporción de uno a cinco difiere de la de “uno a diez” mencionada por Putin en enero.
El presidente ruso se refirió principalmente a los grandes temas de la agenda en el bando occidental, desde el envío de instructores al campo ucraniano, defendido por Emmanuel Macron, hasta los posibles ataques en territorio ruso con armas de fabricación occidental.
Refiriéndose a los instructores, Putin dijo: "Ya están presentes en el territorio de Ucrania y, lamentablemente para ellos, están sufriendo pérdidas. Estados Unidos y los estados europeos prefieren guardar silencio". A principios de semana, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que los soldados franceses en Ucrania constituían "un objetivo legítimo" para el ejército ruso.
Respecto a la autorización dada a Kiev para atacar suelo ruso, defendido por un número creciente de países, el jefe del Kremlin consideró que se trata de una "participación directa en la guerra contra Rusia" y optó por un tono deliberadamente amenazador: "Si alguien lo considera posible suministrar tales armas [en este caso misiles de largo alcance del tipo ATACMS, Storm Shadow o Scalp] en la zona de combate para atacar nuestro territorio (…), ¿por qué no deberíamos tener derecho a suministrar nuestras armas del mismo tipo en regiones del mundo si son atacadas instalaciones sensibles por los países que actúan de esta manera contra Rusia?", concluyó.