Profesores y alumnos de un instituto de París protestan por la plaga de chinches: "Es un escándalo que no cierren"
El rectorado amenaza a los profesores con quitarles el sueldo por no asistir al centro.
"Es un escándalo". El sentir del profesor Dominique Garou es el de toda la comunidad del instituto Elisa-Lemonnier de París, que permanece abierto por mandato legal pese a la plaga de chinches que asola el edificio.
Estos insectos fueron detectados el miércoles y desde entonces no han dejado de expandirse por este y otros centros educativos de la capital gala. Por ello, los alumnos y profesores no entienden la decisión de seguir dando clases y muchos se han negado a entrar en el instituto por miedo a sufrir una picadura y transmitir la plaga.
Pese a la gravedad de la situación y al miedo de los presentes, el Rectorado amenaza con quitarle el sueldo a los profesores que se nieguen a dar clase. Entre ellos, a Thomas Ballion, docente de Geografía e Historia que se siente orgulloso de "asumir nuestra responsabilidad".
"Si hubiésemos cedido a las presiones de las autoridades educativas, habríamos dado clase, lo que significa que ayer por la tarde habría habido docenas, quizá cientos, de jóvenes y adultos que se habrían ido a casa por toda la ciudad con chinches”, ha apuntado Baillon ante los medios.
En las últimas semanas, la presencia de estos pequeños animales, que se alimentan de sangre humana, se ha expandido rápidamente por París. El Ayuntamiento de la capital gala, liderado por la socialista Anne Hidalgo, ha categorizado la situación de 'problema de salud pública' y ha pedido ayuda al Estado francés.
De momento, el Ministerio de Educación ha cerrado ya cinco centros educativos desde que comenzó esta plaga, pero no el Elisa-Lemonnier que tiene a profesores y alumnos en rebelión.
A pesar de la alarma social que se ha disparado en las últimas jornadas, el Ministerio de Salud francés ha transmitido un mensaje de calma a la ciudadanía: "Por el momento, las chinches no son vectores de transmisión de enfermedades".
Con respecto al instituto Elisa-Lemonnier, la dirección asegura que ya han tomado las medidas para recuperar la actividad habitual, desinfectando los espacios. Por el momento han decidido cerrar sólo los espacios en los que se detectó la presencia de estos parásitos.
Por su parte, los docentes defienden que quieren trabajar pero siempre que se garanticen las medidas sanitarias oportunas. "Venimos aquí todos los días", ha agregado Franck Monchal, otro docente de Historia.
Nadie sabe qué sucederá el próximo lunes, pero Monchal ha dejado claro que en todo caso los profesores acudirán al centro. Y mientras el Rectorado siga permitiendo la apertura de este centro con la amenaza de los parásitos, serán ellos junto con los alumnos quienes discutirán en asamblea qué acciones tomar.