El primer ministro de Kosovo rechaza retirar a los alcaldes de ayuntamientos del norte
EEUU condena la violencia contra los soldados de la misión de la OTAN y pide rebajar la tensión con los serbios de la zona.
El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, declaró anoche que los alcaldes de los municipios situados al norte del país y cuya autoridad rechaza la comunidad serbia (mayoritaria en la zona), tienen su pleno apoyo. En un videomensaje emitido por la red social Facebook, Kurti dijo que los alcaldes son los únicos que tienen la legitimidad de estar en las instalaciones municipales y al servicio de los ciudadanos. "Por eso tienen nuestro pleno, incondicional y continuo apoyo", manifestó el primer ministro kosovar.
Los alcaldes de cuatro municipios donde los serbios son mayoría fueron elegidos en abril pasado en unas elecciones boicoteadas por esa comunidad, con una participación de apenas un 3 %.
El viernes de la semana pasada la policía kosovar usó la fuerza contra los manifestantes serbios para permitir el acceso de los alcaldes a los ayuntamientos en tres municipios.
Las protestas de los serbios continúan desde ayer, lunes, para exigir a Pristina que retire de los Ayuntamientos a la policía especial y a los alcaldes cuya autoridad no reconocen.
Las tensiones llevaron el domingo a choques entre los manifestantes serbios y la fuerza de la OTAN en Kosovo que dejaron 50 manifestantes y 30 soldados heridos. Kurti acusó de la violencia a grupos extremistas y criminales instruidos por Belgrado. Serbia, por su parte, acusa al Gobierno de Pristina de discriminar y actuar de forma violenta contra la comunidad serbia en Kosovo.
Kurti aseguró anoche que las instituciones kosovares han intensificado sus contactos con los socios internacionales con el fin de calmar la situación.
Sin embargo, el embajador de Estados Unidos en Kosovo, Jeffrey Hovenier, responsabilizó hoy al Gobierno kosovar del "ambiente de crisis" en el norte. Por eso, pidió a Pristina que los alcaldes ejerzan su cargo en instalaciones alternativas y que retire a los policías especiales de los Ayuntamientos, como pasos que consideran ayudarían a que bajen las tensiones. Es algo nuevo, porque Washington suele alinearse con las autoridades kosovares.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce.
Ambos países negocian la normalización de sus relaciones sobre un nuevo plan de la Unión Europea, apoyado por Estados Unidos, en un proceso interrumpido con frecuencia por el estallido de tensiones.
A desescalar
Estados Unidos, desde Washington, condenó nuevamente esta madrugada los disturbios del lunes en Kosovo. "Hacemos un llamamiento a todas las partes a desescalar las tensiones", dijo en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. Una intervención de altura que evidencia la tensión del momento.
El diplomático pidió al Gobierno liderado por Kurti permitir que los alcaldes electos realicen sus funciones desde fuera de los edificios oficiales, y retirar a la policía de la zona. También solicitó al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, rebajar el nivel de alerta de las fuerzas armadas y pedirle a los manifestantes serbokosovares que dejen de atacar a las fuerzas de la OTAN.
Blinken pidió a ambos gobiernos retomar su participación en el diálogo entre Kosovo y Serbia mediado por la UE.
Soldados de la KFOR, la misión de la OTAN en Kosovo, se han desplegado esta mañana frente al edificio del Ayuntamiento en Zvecan, donde ayer se produjeron las violentas protestas, así como en la localidad de Leposavic.
También están presentes en la zona unidades de la policía especial de Kosovo con vehículos blindados, según los medios locales.
Grupos de manifestantes serbios vuelven a concentrarse hoy en las cercanías, entre ellos los empleados que trabajan en el Ayuntamiento, al que no tienen acceso desde el pasado viernes, cuando la policía kosovar rompió a la fuerza el bloqueo de los serbios para permitir el paso a los alcaldes.