Por qué es grave el golpe en Níger (y por qué debe preocupar también a Occidente)
El presidente derrocado, Mohamed Bazoum, es el último jefe de Estado civil que quedaba en el Sahel, un foco de terrorismo yihadista.
El presidente de Níger derrocado en un golpe de Estado, Mohamed Bazoum, es el último jefe de Estado civil que quedaba en la problemática región africana del Sahel, donde todos sus presidentes son militares y tres de sus cinco países están ahora gobernados por una junta golpista.
A las juntas militares de los vecinos Mali y Burkina Faso, llegadas al poder en 2021 y 2022, respectivamente, y apoyadas ambas por Rusia, se une ahora la junta de Níger, que este miércoles noche anunció la caída de Bazoum, quien permanece retenido por los golpistas en el Palacio Presidencial.
Los otros dos países del Sahel, Mauritania y Chad, están gobernados también por militares. En el caso de Mauritania, se trata de un presidente militar elegido democráticamente y en Chad gobierna desde 2021 el general Mahamat Idriss Déby Itn, hijo del presidente que dirigió el país con mano de hierro desde 1991.
La caída de Bazoum supone para Occidente la pérdida de un estrecho aliado. Desde su llegada al poder en 2021, se ha mostrado abiertamente colaborativo con los países europeos y más concretamente con Francia, expotencia colonizadora que suscita cada vez más recelo entre los países del Sahel.
Es una zona clave para Francia por sus recursos, especialmente el uranio, deseado por el mundo entero, y por la influencia, también para toda la Unión Europea como foco de la inmigración. Y a eso se suma el temor a que, sin el presidente, se produzca una expansión mayor del Grupo Wagner, los mercenarios rusos, en la región del Sahel.
Níger sirve desde abril de 2022 de base para las tropas francesas de la misión militar antiterrorista Barkhane, que luchan contra el creciente yihadismo de la región, donde actúan grupos leales a Al Qaeda y al Estado Islámico que ganan cada vez más presencia.
Las tropas francesas estaban antes emplazadas en Mali y salieron de allí en medio de fuertes tensiones con París ante el acercamiento a Rusia de la junta militar gobernante.
La decisión de acoger a las tropas francesas suscitó una importante polémica en la opinión pública nigerina, ya contraria al despliegue de militares extranjeros y testigo de que, tras una década, el yihadismo seguía azotando Mali a pesar de Barkhane.
En una entrevista concedida el pasado mayo al diario Jeune Afrique, Bazoum reconocía que su región es "difícil" y sus países "pueden ser víctimas" de golpes de Estado, unos golpes que, decía, tienen como efecto que "el Ejército resulta debilitado".
Confesaba entonces que la influencia en la zona del grupo Wagner ligado al Kremlin y la posibilidad de un golpe de Estado respaldado por ellos le preocupaba. "Les estamos vigilando", advertía a "esa gente".
El país, además, es el cuarto productor mundial de uranio. Según datos de 2021, de la World Nuclear Association (Asociación Nuclear Mundial), posee 2.248 toneladas de este mineral y con una producción acumulada de unas 150.000 toneladas hasta finales de 2019.
El uranio fue descubierto en Níger en el año 1957, tres antes de la independencia del país africano en 1960, por el Bureau de Recherches Geologiques et Minières (BRGM) francés, que buscaba cobre.
En los últimos años, con el objetivo de facilitar el establecimiento de empresas e inversiones extranjeras, el gobierno nigerino ha aprobado varias reformas fiscales y la regulación de algunos sectores como la minería. Y este uranio de Níger es importante para alimentar las centrales nucleares europeas, en especial las de Francia.
Tensión y continuidad
Bazoum ya sufrió un primer intento de golpe de Estado dos días antes de su investidura en 2021, que consiguió tras ganar las elecciones en segunda ronda con un 55 % de los votos y entre manifestaciones en contra de su mandato.
De orígenes sindicalistas, con ideas socialistas y licenciado en Filosofía Política y Moral en Dakar, Bazoum nació en 1960 en la región suroriental de Diffa, en el seno de una tribu nómada de lengua árabe con ramificaciones en Libia y en Chad, lo que levantó críticas sobre su puro origen nigerino.
Su llegada al poder supuso la continuidad del mandato del expresidente Issoufou Mahamadou, de quien era su mano derecha y con quien creó el Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNDS), cuya sede en Niamey fue asaltada este jueves por manifestantes progolpistas.
El presidente Bazoum está en el poder desde 2021 y se ha decretado aliado de Occidente, pero esto no le ha servido para solucionar los problemas sociales de su país, que se hunde en la pobreza y está asolado por el yihadismo.
Después de Malí y Burkina Faso, este vasto territorio empobrecido y desértico es el tercer país del Sahel afectado por ataques yihadistas en experimentar un golpe de Estado desde 2020. Tiene una población de más de 25 millones de habitantes y una esperanza de vida de 60 años. Además, mantiene una economía basada en la agricultura de subsistencia, de la que vive alrededor del 90% de la población.
Cómo están las cosas
La junta militar golpista, que reúne a todos los cuerpos del ejército, gendarmería y policía, suspendió las instituciones, cerró las fronteras e instauró un toque de queda de 22:00 a 05:00. La medida se tomó con miras a "pacificar las calles", donde hay caos y revueltas violentas.
Centenares de civiles contrarios al golpe se han acercado a las puertas de la residencia presidencial, pero fueron dispersados con tiros al aire de los rebeldes. Además, las embajadas recomiendan a sus ciudadanos en Níger que no salgan a la calle.