Polonia y Rusia tienen un negocio oculto
En el primer trimestre de 2023, las compras a Rusia de este combustible ruso representaron el 50,8% del total de las importaciones.
Rusia sigue siendo el principal exportador a Polonia de gas licuado del petróleo (GLP), según informó el diario polaco Money.pl. En el primer trimestre de 2023, las compras a Rusia de este combustible ruso representaron el 50,8% del total de las importaciones del país, más que las de otros proveedores como Suecia, Kazajistán, Países Bajos y el Reino Unido juntos.
Varsovia defiende esta tendencia con que ahora es imposible dejar de importar el combustible ruso, aunque había previsto hacerlo a finales de 2022. Las autoridades polacas no ven posible dejar de importar el GLP ruso, ya que "no es razonable negar el acceso al gas a tantos propietarios de automóviles", explicó al mismo medio el ministro de Desarrollo Económico de Polonia, Waldemar Buda.
Entre todos los combustibles, el propano-butano, que forma parte de GLP, ocupa el séptimo lugar entre los más populares en el país. Aproximadamente tres millones de automovilistas lo utilizan.
Las infraestructuras polacas no están preparadas
Aunque Polonia podría terminar de depender del combustible ruso, las infraestructuras polacas aún no están preparadas para obtener grandes volúmenes de combustible de otros países, según ha destacado el medio sputniknews.lat.
Los analistas consideran que incluso con una mayor capacidad de infraestructuras los puertos polacos solo pueden acoger buques pequeños y las terminales de gas no son una prioridad para el ferrocarril.
El pasado 7 de febrero, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró en una conferencia sobre el apoyo a Ucrania que Europa era extremadamente dependiente del combustible ruso. Añadió que la UE, "como un adicto", vuelve a por más y acepta cualquier precio de gas. Antes, el funcionario había asegurado que Polonia abandonará por completo las importaciones de gas licuado de Rusia a finales de 2022.