"La paz ya no se consigue con acuerdos comerciales; Europa debe invertir mucho más en Defensa"
Camille Grand, analista en defensa y tecnologías de seguridad en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores da algunas claves respecto a la posición de Europa.
Si hay algo claro desde hace 14 meses es la realidad de que la estabilidad europea e internacional se encuentran en sus momentos más tensos desde hace más de 30 años. El estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania voló por los aires las tres décadas de 'paz' a las que el mundo occidental se había habituado.
Este nuevo escenario está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza para la UE, la OTAN y Estados Unidos, que ven cómo el mundo unipolar al que todos estábamos acostumbrados, se desvanece poco a poco en favor de nuevos protagonistas que emergen para tomar el relevo y con ello, la batuta internacional: China, India, Rusia...
Algunas de las claves que dan respuesta a cómo se ha llegado al punto actual y sobre todo, cómo se deben afrontar las consecuencias del conflicto desde un punto de vista 'Otanista', las ha ofrecido Camille Grand, analista en defensa y tecnología del ECFR, en una entrevista a El Confidencial.
Prioridad a las mayores inversiones militares
Según el francés, y apoyándose en una corriente cada vez más extendida entre muchas de las voces autorizadas en Occidente, los países de la UE deberían de centrarse en potenciar sus ejércitos a nivel armamentístico y tecnológico e invertir el famoso 2% de su PIB -cifra aprobada desde hace años y que tan solo cinco países han invertido- en Defensa. Grand asegura que Europa debe pensar en sí misma y una de las claves para proyectarse como una potencia ante el mundo es el poderío armamentístico.
Hasta ahora, destaca Grand, podía parecer suficiente con mantener "buenas relaciones" comerciales con unos y otros y llevando la voz cantante en este sentido, pero tras el cambio de escenario y ante la incertidumbre que sobrevuela a nivel geopolítico, es el momento de dar ese paso al frente en materia militar.
Para ello y ante la impopularidad por parte de la población respecto a medidas destinadas a incrementar la partida en Defensa, Grand lo tiene claro: "los políticos deben reconozcan ante sus votantes que estamos en un entorno de seguridad diferente y que ese esfuerzo es necesario por motivos geopolíticos, económicos y de seguridad".
China, el eterno tapado
Grand también se pronunció sobre el nuevo papel a nivel internacional de China y su campo de influencia, convirtiéndose a día de hoy en la potencia con mayor proyección mundial a nivel tecnológico y armamentístico, algo impensable hace algo menos de 20 años.
En este sentido, Camille Grand considera que su alianza con Rusia debe hacer plantearse a Europa su papel para con el gigante asiático, algo que se ha comenzado a entrever tras las polémicas palabas de Macron al volver de su viaje diplomático en China, donde consideró que Europa debe mirar por sí misma en determinados asuntos y ser más flexibles a la hora de abordar ciertos temas en los que quizá no se compartan exactamente los mismo intereses que EE.UU.
"Es extraño que digas que no quieres estar alineado con Estados Unidos justo después de una reunión con los chinos; eso no ha sentado bien [...] En la mayoría de los casos, vamos a ser estrechos aliados de Estados Unidos. En otros, podríamos tener intereses ligeramente divergentes. Es una pregunta legítima que los europeos debemos responder. Y no es solo en el Indopacífico, sino también en Ucrania, cuando EEUU diga que no puede seguir gastando decenas de miles de millones de dólares al año", argumentó Grand.
Finlandia en la OTAN y un posible conflicto con Rusia en el norte
Otro de los temas tratados en la entrevista fue el de la incorporación de Finlandia a la OTAN y cómo puede afectar a eso a un posible nuevo frente con Rusia en el norte. Ante esto, Grand se mostró seguro de la postura finlandesa respecto a Rusia y a su histórica relación.
"Los finlandeses son extremadamente profesionales y llevan toda su historia manejando la frontera con Rusia. Son los últimos en querer iniciar una guerra". Además, también lanzó una reflexión interesante acerca de la postura que la OTAN debería tomar una vez finalice la guerra ruso-ucraniana.
"El ataque de Putin a Ucrania ha cambiado la noción sobre ser neutral. Ya no es algo tan atractivo, queremos beneficiarnos de la seguridad de la OTAN y su efecto disuasorio. Así que, paradójicamente, [ser parte de la OTAN] es mejor para prevenir la guerra que ser un país sin alianzas militares, como era de hecho Ucrania".