La OTAN pierde la paciencia con un caza agresivo
Rusia vuelve a subir la tensión en los cielos.
El Gobierno de Polonia ha calificado de "provocación" el incidente del pasado viernes en el que un avión de combate ruso se acercó demasiado a uno polaco que se encontraba haciendo maniobras en el mar Negro, como parte de una misión de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex).
"Desafortunadamente, nos encontramos con este tipo de provocaciones (...) Rusia está buscando escenarios en los que poder conducir hacia un accidente (...) A Rusia no le está yendo tan bien como le gustaría en el frente ucraniano, por lo que está buscando algún tipo de éxito para su propaganda", ha dicho el portavoz del Gobierno polaco, Piotr Muller, a la cadena pública TVP.
Muller ha señalado que si bien tomarán las medidas diplomáticas oportunas, "como siempre que se produce una situación así", desconfía de que pueda servir para algo, pues "para ser sinceros, Rusia no tiene en cuenta el derecho internacional". "Hay cosas que tenemos que hacer, pero no nos engañemos pensando que Rusia sacará algún tipo de conclusión de todo esto", ha dicho Muller, quien ha insistido en que este tipo de incidentes muestra lo poco que se puede confiar en Rusia.
La Alianza Atlántica responde al "peligroso comportamiento"
La OTAN puso el lunes en alerta a su fuerza aérea en respuesta al "peligroso comportamiento" de un avión ruso que días atrás se acercó a un avión polaco mientras realizaba una patrulla en el mar Negro para la agencia de protección fronteriza Frontex de la Unión Europea.
Un avión polaco L-410 patrullaba el espacio aéreo internacional en la región de despliegue rumana cuando se le aproximó un Sukhoi Su-35 ruso. La agencia fronteriza de Polonia alertó de que la aeronave rusa hizo "maniobras agresivas y peligrosas" que provocaron que la tripulación polaca perdiera momentáneamente el control de su avión.