Objetos voladores similares a los que atemorizan EEUU entran en la península ibérica
El fenómeno ocurrido en el país estadounidense podría haber sido replicado muy cerca de España.
En las últimas semanas, se ha extendido una especie de histeria colectiva en Estados Unidos como consecuencia de la presencia de decenas de drones en los cielos de Nueva York y Nueva Jersey que, aparentemente, nadie reconoce ni sabe de su procedencia o consecuencias que pueda tener para la población.
Este suceso ha levantado infinidad de teorías, algunas de ellas más cerca de la conspiración que de la realidad, aunque ninguna descartable debido a las nulas explicaciones pro parte del gobierno norteamericano, que se ha limitado a decir que "no son peligrosos para la población" sin indagar en más datos o explicaciones.
Pues bien, ahora parece que este fenómeno podría haberse extendido más allá de las fronteras estadounidenses. Realmente, mucho más allá del gigante americano. Y es que, muchos ciudadanos portugueses han alertado que en los últimos días se han avistado objetos similares en sus cielos: "Era algo muy extraño", y sostienen que "no eran aviones ni satélites en absoluto", y muchos los comparan con los vistos en EEUU.
Estos supuestos drones se habrían observado en Cascais y Sagres, y por el momento ningún representante del gobierno ha dado ninguna explicación acerca de esto. Algunos lo definen como puntos de luz "ligeramente anómalos" y visibles a simple vita durante la noche, "como si salieran del mar y se intensificaran hasta convertirse en una enorme bola de luz".
Según relató la arqueóloga Vera Cardoso a TVI (de la CNN de Portugal), "no eran aviones en absoluto, y estaban justo encima del horizonte, por lo que ni siquiera eran satélites". Por su parte, un técnico en seguimiento de aves, Rui Caratao, aseguró haber sido testigo de algo similar en el Cabo de San Vicente, en Sagres.
"Luces ligeramente anómalas se elevan en el horizonte, a no más de 20 grados, se intensifican y desaparecen. Entonces, es algo muy extraño”, relató. Desde su experiencia y punto de vista, está de acuerdo con Cardoso en que "no serían satélites".
"Los satélites no se pueden ver tan bajo en el horizonte por la noche" y destacó que pudo captar lo ocurrido gracias a sus binoculares infrarrojos. "En realidad, el corredor y movimiento del tráfico aéreo en este lugar era increíble y solo se daba en una pequeña franja en el horizonte, al oeste, noroeste-oeste, y a no más de 20 grados de altitud en el cielo era visible este fenómeno". Finalmente, nuevamente Cardoso, destacó que los puntos de luz presentaban "un color casi rojo", algo así como "un naranja muy fuerte".