Niegan el 'caza del futuro' a estos dos países
La decisión ya ha sido comunicada a ambos gobiernos.
El actual escenario geopolítico, marcado por las continuas tensiones y amenazas bélicas en muchos puntos del planeta con una enorme trascendencia, ha provocado que el terreno militar adquiera una importancia muy destacada en los últimos meses, algo que se ha traducido en constantes peticiones e intentos de acuerdos entre muchos países con conflictos de intereses y con EE.UU. como principal protagonista.
El país presidido por Biden ha anunciado su negativa a proporcionar el famoso 'caza del futuro', el F-35, a dos países: Tailandia y Turquía. En el caso del primero, el motivo esgrimido por Estados Unidos ha sido que Tailandia no cuenta con la capacitación ni los requisitos técnicos suficientes para manejar este avión de combate, el más sofisticado del mundo.
Debido a esto, la Real Fuerza Aérea de Tailandia (RTAF), que tenía en sus planes incorporar ocho aviones F-35A del fabricante Lockheed Martin, verá frustradas sus esperanzas de contar con ellos.
El F-35, un tema delicado
El F-35 es considerado actualmente como el bien más preciado en materia militar, por lo que su envío es un tema muy delicado. De hecho, en la región del Indo-Pacífico, Estados Unidos solo les ha proporcionado estos aviones de combate a sus aliados más cercanos y fiables: Australia, Japón, Corea del Sur y Singapur.
A cambio, el país americano le ha ofrecido a Tailandia los cazas F-16 Block 70 y los F-15 Eagle como alternativa. Pese a la negativa actual, Estados Unidos le ha comunicado a Tailandia que se compromete a revisar las condiciones del acuerdo en 10 años y determinar si ya cuentan con el suficiente desarrollo tecnológico para poder recibirlos.
Turquía, entre dos aguas
El otro país en cuestión, Turquía, con su recién reelegido presidente, Recep Tayyip Erdogan a la cabeza, tampoco recibirá los F-35 americanos. El motivo de fondo es la postura internacional del país otomano en el mapa geopolítico y las dudas que le genera a Estados Unidos algunas de las decisiones tomadas por el gobierno de Erdogan, principalmente la incorporación del sistema de defensa aérea ruso S-400.
Esto fue el detonante para que Estados Unidos expulsará a Turquía del programa del F-35, al considerar el gobierno norteamericano que es incompatible recibir una tecnología tan sensible como la del caza F-35 y al mismo tiempo contar con sistema de defensa rusos.
Por su parte Turquía aseguró que sí puede compatibilizar ambos sistemas sin poner en riesgo la información secreta del F-35, unas garantías que no son suficientes para Estados Unidos.
La negativa americana ha provocado que en las últimas semanas, Turquía reclamara a la primera potencia del mundo la devolución de los 1.400 millones de dólares que el gobierno de Erdogan abonó de forma adelanta a cambio de recibir los cazas.
El asunto del envío de tecnología punta en materia militar se ha convertido en una de las principales preocupaciones para el Departamento de Estado de Estados Unidos, más aún tras las filtraciones de información confidencial del programa F-35 que llegaron a manos chinas, algo que puede terminar por suponer un verdadero problema para los intereses americanos en el desarrollo militar.