Netanyahu asegura que la fase más intensa de la ofensiva israelí en Gaza "llegará pronto a su fin"
El primer ministro de Israel redobla sus críticas a Estados Unidos por ralentizar el envío de armamento, mientras prosigue con su asedio a Rafah.
El primer ministro israelí, Benjamin Nentanyahu, ha afirmado este domingo que la fase más intensa de la ofensiva militar contra la Franja de Gaza "llegará pronto a su fin", pero la guerra como tal no terminará hasta que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) no controle el enclave. "La fase tres de la guerra está a punto de terminar. Va a ser muy pronto", ha afirmado en una entrevista en Canal 14, la primera concendida desde el ataque de las milicias palestinas de Gaza contra el sur de Israel del pasado 7 de octubre.
Una vez concluya esta fase, Israel podrá enviar más fuerzas al norte, a la frontera con Líbano, para enfrentarse a Hezbolá. "Lo vamos a hacer. En primer lugar y más importante por motivos defensivos y en segundo lugar para que los evacuados puedan volver a sus casas", ha señalado. Para ello, se ha manifestado a favor de un acuerdo diplomático, pero ha advertido que si no se consigue recurrirá a "otros medios". Cualquier pacto debe incluir "el distanciamiento físico de Hezbolá de la frontera", según el dirigente israelí.
Además, Netanyahu ha destacado la muerte el sábado en un ataque israelí del que ha calificado como 'número 4' de Hamás, Raad Saad. "Ayer puede que hayamos matado al 'número 4' de Hamás. Les estamos dando fuerte", ha destacado. El primer ministro de Israel ha manifestado su disposición a cerrar un acuerdo que permita la vuelta de los rehenes, "pero no estoy dispuesto a un acuerdo que deje a Hamás intacto".
Sobre el futuro de la Franja de Gaza, Netanyahu ha descartado que la Autoridad Palestina recupere el control político del enclave en lugar de Hamás. Así, ha revelado que el Ejército le propuso hace cinco meses entregar el control a los clanes gazatíes, pero entonces se descartó. Ahora hay una nueva propuesta que no ha querido hacer pública. En cualquier caso, ha descartado regresar a las colonias como defiende la ultraderecha israelí porque "no sería realista" y además no serviría a los objetivos.
Redobla sus críticas a Washington
El primer ministro israelí volvió a insistir en sus críticas a la Casa Blanca por, tal y como asegura, ralentizar el envío de armamento a Israel, mientras el país continúa con sus ataques en Rafah y las fuerzas avanzan hacia el noroeste de la localidad.
"Hace unos cuatro meses hubo una caída dramática en el suministro de armamento que llegaba de Estados Unidos a Israel. Durante muchas semanas hicimos un llamamiento a nuestros amigos estadounidenses para que aceleraran los envíos", dijo el mandatario al comienzo de una reunión del Ejecutivo celebrada este domingo. Por eso, explicó, decidió hacer un llamamiento público el pasado 18 de junio, cuando se grabó él mismo en inglés diciendo que le parecía "inconcebible" que la Casa Blanca haya retenido armamento.
Por su parte, el Gobierno estadounidense dijo no saber a qué retenciones se estaba refiriendo y aclaró que el único envío que se frenó fue el de 3.500 bombas en mayo, por su posible uso en áreas densamente pobladas como la ciudad de Rafah, la zona más al sur de la Franja de Gaza. Netanyahu reiteró estar dispuesto a sufrir ataques personales por su insistencia pública en el asunto de las armas ya que su trabajo consiste en "hacer todo lo posible" para que los soldados israelíes tengan los "mejores medios de combate".
Mientras el mandatario insistía en su reclamo, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, viajaba precisamente a Washington para reunirse con el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, y debatir la situación en Gaza y el Líbano. La visita al Pentágono, sede de la Defensa estadounidense, ha estado precedida por las últimas giras del Secretario de Estado, Antony Blinken, y el viaje del mediador Amos Hochstein a Israel y el Líbano.
Conflicto político interno en Israel
Por otra parte, Netanyahu ha reprochado a Benjamin Gantz su salida del gabinete de guerra: "Gantz y Eisenkot han hecho algo que no se debe hacer. Han dejado el gobierno durante una guerra con siete frentes. Es algo que no se debe hacer", ha apuntado, al tiempo que ha recordado que cuenta con el apoyo de la gente. "Estamos en una democracia", ha remachado.
También a nivel político, Netanyahu ha comentado la negativa de algunos reservistas a incorporarse a filas en protesta por la reforma judicial antes del ataque de Hamás. El primer ministro israelí ha calificado este gesto de "desastre" del que ha responsabilizado a "la izquierda". "Ya dije entonces que estaban poniendo en peligro a Israel", ha afirmado. Así, considera que estas protestas fueron "un factor importante" relacionado con el ataque del 7 de octubre, "pero no el factor principal" y ha defendido la continuidad de su gobierno de derecha y extremaderecha porque la alternativa es "una coalición de izquierda" que "crearía un estado palestino".
Tras la entrevista, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir ha defendido de nuevo los asentamientos judíos como solución de futuro para la Franja de Gaza. "Los asentamientos judíos en la Franja de Gaza y fometnar la emigración voluntaria de los habitantes de la Franja de Gaza es realista y el camino hacia el concepto de la victoria absoluta. Igual que nos asentamos en Israel tras 1967, podremos hacerlo de nuevo en la Franja de Gaza después de 2024", ha remachado.
En cambio, el líder de la oposición, el centrista Yair Lapid, ha cuestionado la capacidad de Netanyahu para gobernar. "Recomiendo ver la entrevista de Netanyahu en el Canal 14. Juzguen por ustedes mismos si es capaz de liderar un país en crisis", ha argumentado.
También ha reaccionado la Asociación de Familias de Rehenes Israelíes en Gaza, que ha señalado que poner fin a la guerra en Gaza sin conseguir la vuelta de los rehenes es un "fracaso nacional sin precedentes" y una renuncia a los objetivos declarados de la guerra como tal, según recoge la prensa israelí. Netanyahu estaría así "abandonando" a "120 secuestrados", lo que supone incumplir su obligación moral, de Estado, para con sus ciudadanos. "No vamos a permitir que el Gobierno eluda su compromiso con respecto a nuestros seres queridos. Netanyahu tiene que traerlos a todos de vuelta", ha subrayado.
La Oficina del Primer Ministro ha tenido que salir al paso de estas críticas y ha subrayado que la guerra no terminará hasta la destrucción de Hamás y el regreso de todos los rehenes. "Netanyahu ha dejado claro que no vamos a irnos de Gaza hasta que recuperemos a los 120 rehenes, tanto vivos como muertos", ha recalcado.
Además ha recordado que "Hamás es quien está en contra del acuerdo, no Israel", después de que las palabras de Netanyahu contradijeran la propuesta israelí de acuerdo esbozada por Joe Biden. La iniciativa incluye un alto el fuego provisional en una primera fase que en la segunda derivaría en "una calma sostenible con el cese permanente de las operaciones militares y de las hostilidades".