Más allá de Rusia: los otros tres países que amenazan el orden mundial

Más allá de Rusia: los otros tres países que amenazan el orden mundial

Los analistas de riesgo global advierten que los enemigos autoritarios de Occidente están eludiendo las sanciones para unirse y mejorarse mutuamente en defensa.

Xi Jinping y Ali Jamenei, reunidos en Teherán en 2016.Supreme Leader Press Office / Anadolu Agency / Getty Images

Rusia concentra las miradas de Occidente por su invasión de Ucrania, iniciada en febrero de 2022. La OTAN destaca que es la mayor amenaza a la que se enfrenta en estos momentos y las naciones amigas de Kiev lanzan avisos serios sobre las consecuencias que puede tener el expansionismo de Vladimir Putin, con arsenales hasta nucleares a la mano. 

Sin embargo, Moscú no es la única potencia que amenaza a los países occidentales. Estados Unidos ha empezado a hablar ya del llamado "eje de agitación", en el que los enemigos autoritarios de Washington están fusionándose y fortaleciéndose militarmente unos a otros. Rusia está entre ellos, pero hay más. 

Moscú, a la vista de todos, está reponiendo sus reservas de misiles con misiles fabricados en Corea del Norte, de lo que ha dado cuenta hasta Naciones Unidas. A cambio, la comunidad de inteligencia estadounidense cree que los de Putin están ayudando a Pyongyang a adquirir satélites y submarinos espías y a desarrollar misiles nucleares más avanzados. Una por otra. 

Irán, por su parte, está vendiendo a Rusia misiles y drones para atacar a Ucrania, que están siendo esenciales para determinadas misiones. A cambio, Moscú supuestamente proporciona a Teherán aviones de combate avanzados y defensas aéreas.

Y China, al fin, en una presunta violación de las sanciones estadounidenses, está transfiriendo microchips y otros componentes militares prohibidos a Rusia. Moscú corresponde ayudando a Pekín con sus programas de armamento submarino y antibuque. China también está financiando la ola de gasto en armas de Rusia e Irán: desairando las sanciones y comprando su petróleo, que es lo que mantiene viva la economía rusa, junto a la industria de defensa. 

"Yo pensaría en estos cuatro países como termitas gigantes, termitas con mandíbulas realmente grandes", afirma Cliff Kupchan, presidente de Eurasia Group, una firma internacional de consultoría sobre riesgos políticos, al medio norteamericano ScrippsNews. "Están destrozando el edificio del sistema internacional".

A medida que la carrera presidencial estadounidense se intensifica ante las elecciones de noviembre, se pide más a los votantes que consideren si quieren que su país siga actuando como garante de las normas y leyes internacionales. "El verdadero premio aquí es la forma y la naturaleza del sistema internacional para las próximas dos décadas", sostiene Kupchan. 

La política exterior es una de las preferencias históricas de Joe Biden, pero en su mandato tenía mucha tarea nacional por arreglar que se ha visto enredada por conflictos como el de Ucrania. Donald Trump, por su parte, desdeña esas políticas y sólo dice que, si retorna a la Casa Blanca, acabará con todas las crisis en 24 horas. 

El polvorín

La evaluación de riesgos globales para 2024 de Eurasia Group advierte sobre Medio Oriente, diciendo que "la región es un polvorín, y el número de jugadores que portan cerillas hace que el riesgo de escalada sea excepcionalmente alto". Kupchan destaca que Irán estuvo muy cerca de encender la cerilla en abril cuando disparó más de 300 misiles y drones contra Israel, tras un ataque previo de Tel Aviv. "Tuvimos suerte... los derribamos a todos", dice. "Si eso no hubiera sucedido, ahora estaríamos viviendo en un mundo muy diferente".

También será un mundo diferente si Rusia finalmente es recompensada por su guerra contra Ucrania. Una victoria en la que el poder hace el derecho sería una para todos en el "eje de la agitación", insiste.