Un aliado de Rusia se cambia de bando y juega una inesperada carta nuclear
"Sin un marco legal, no podemos avanzar. En este momento, puedo decir que la pelota está en el tejado de Estados Unidos", aseguran algunas voces.
Armenia, país históricamente aliado de Rusia, ha dado un golpe inesperado en el tablero geopolítico y energético a nivel mundial, después de iniciar negociaciones sustantivas con Estados Unidos para la construcción de una nueva planta de energía nuclear. Una decisión que supone un cambio significativo en la estrategia de Ereván y que, por otro lado, puede poner patas arriba el equilibrio de poder en la región del Cáucaso.
Armen Grigoryan, jefe del Consejo de Seguridad de Armenia, anunció el miércoles que ambos países están trabajando en establecer un marco legal para el proyecto nuclear. "Sin un marco legal, no podemos avanzar. En este momento, puedo decir que la pelota está en el tejado de Estados Unidos", asegura Grigoryan al portal OC Media, donde insinuó que las obras comenzarían una vez que Washington complete sus procesos.
El desarrollo de esta planta nuclear sigue a las declaraciones del primer ministro Nikol Pashinyan en octubre de 2021, quien había mencionado conversaciones con Rusia para construir una nueva instalación nuclear que reemplazaría a la antigua planta de Metsamor. No obstante, a finales de 2023, Armenia extendió la vida útil de Metsamor hasta 2036 mediante un contrato con Rosatom, la agencia nuclear estatal rusa, aunque también se contemplaba la construcción de un nuevo reactor.
La sorpresa llegó con la declaración conjunta de una cumbre entre Armenia, Estados Unidos y la Unión Europea, donde Washington se comprometió a apoyar a Armenia en la diversificación de sus fuentes de energía, explorando la viabilidad de nuevas opciones de energía nuclear civil. Este compromiso se materializó previamente en 2022, cuando ambos países firmaron un memorando de entendimiento sobre cooperación nuclear civil para profundizar su colaboración estratégica.
A pesar del deterioro de las relaciones con Rusia, Armenia ha mantenido conversaciones con Estados Unidos, Rusia y Corea del Sur sobre la construcción de una nueva planta nuclear, según informó el Ministerio de Administración Territorial e Infraestructura a principios de este año. Metsamor, cuya planta actual entró en funcionamiento en 1980 y produjo el 26% de la electricidad de Armenia en 2021, ha sido objeto de preocupaciones por parte de activistas medioambientales, Turquía y la UE por cuestiones de seguridad.