Los 'yayojueces' de Israel plantan cara a la polémica reforma judicial de Netanyahu
Jueces retirados lideran las manifestaciones contra una ley que pone en peligro la separación de poderes en el país. Miles de israelíes salen a la calle en Tel Aviv.
Miles de israelíes se han manifestado este miércoles en Tel Aviv contra la reciente aprobación de la reforma judicial, que anula la denominada 'cláusula de sensatez', que a su vez habilitaba a los tribunales a eliminar una decisión del Gobierno al considerar que va en contra del sistema democrático.
Las marchas, que han sido lideradas por dos exministros de Justicia, Tzipi Livni y Avi Nissenkorn; el expresidente del Tribunal Supremo Yoram Danziger, el jefe interino la Asociación de Abogados de Israel (IBA), Amit Becher; y otros jueces retirados, pasaron por el distrito judicial de la ciudad hasta llegar a los edificios gubernamentales.
"Nosotros ya hemos ganado, porque ningún gobierno puede usar la ley o alguna decisión para derrotar a una nación. No importa que la ley sea aprobada. Este miserable Gobierno pronto colapsará y todas las leyes que aprueben contra la democracia serán revocadas... Toda la charla sobre la unidad (de los israelíes) está vacía", ha consignado Nissenkorn ante los manifestantes, según el diario 'Haaretz'.
Además, Moshe Radman, uno de los líderes de las protestas y que fue recientemente interrogado por la Policía, ha asegurado que los manifestantes se han presentado ante el Tribunal Supremo para pedir "que deshabiliten esta terrible ley". En ese sentido, el Tribunal Supremo de Israel anunció que convocará un panel de 15 jueces por primera vez en su historia para escuchar quejas sobre la reforma judicial.
"La decisión del Tribunal Supremo de escuchar las peticiones con un panel completo de 15 jueces indica que el tribunal cree que este es el caso más importante: una reducción significativa de sus poderes", ha declarado el profesor Yaniv Roznai, de la Universidad Reichman, según ha recogido el citado diario.
La reforma impulsada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel, busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, cuya independencia se vería profundamente socavada.
Esto ha desencadenado multitudinarias manifestaciones, que llevan ya 30 semanas consecutivas y cuyos líderes advierten sobre una amenaza inédita a los pilares democráticos del Estado.
Los críticos con la reforma argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para limitar las competencias judiciales.