Los viñedos franceses evitan de milagro una catástrofe sanitaria por gasolina: "Estaríamos todos muertos"

Los viñedos franceses evitan de milagro una catástrofe sanitaria por gasolina: "Estaríamos todos muertos"

Un vinicultor de la bodega de Villeneuve-lès-Béziers (Hérault) descubrió varias botellas de gasolina y combustible escondidas entre los matojos y el follaje.

Racimos de uvas en un viñedo francésGetty Images

Un trabajador de la bodega cooperativa de Villeneuve-lès-Béziers (Hérault) logró evitar lo que podría haber sido una gran catástrofe al descubrir, este martes por la mañana, que varias botellas de gasolina y combustible se encontraban escondidas entre el follaje con la intención de perjudicar la cosecha. 

"Nunca he tenido este tipo de problema, nunca he visto esto aquí. ¿Quién puede desearnos daño hasta el punto de sacrificar una cosecha? ¿Soy yo el objetivo o la bodega cooperativa? ¡Algo así es impensable!" cuestionó preocupado Sébastien Tena, enólogo de Villeneuve-lès-Béziers.

El suceso ocurrió a las ocho de la mañana en una parcela de Chardonnay, en la localidad de Villeneuve-lès-Béziers (Hérault), cuando Sébastien, el propietario del terreno comenzó a recoger a mano las uvas blancas. Aunque al principio parecía que se trataba de una jornada normal y común, todo cambió cuando llegó la máquina recolectora y el técnico comenzó la cosecha, ya que un fuerte olor a combustible comenzó a invadir el ambiente. 

Tras bajarse de la maquinaria, el operario descubrió entre los matorrales algunas botellas escondidas con combustible en su interior en los cubos que recogen la uva. En total, llegó a contar hasta seis botellas repletas del mismo líquido. 

"Tales actos son criminales. Si hubiésemos empezado la cosecha más temprano, y por de noche, quizá no hubiésemos visto nada. Y toda la cosecha, la mía pero también la de la bodega cooperativa, habría quedado contaminada por el combustible", afirmó el enólogo. Aunque logró evitar lo que podría haber sido una gran catástrofe, el propietario del terreno perdió en total cerca de 200 kilos de uva y tuvo que frenar, además, durante 48 horas su cosecha.

Nuevo ataque contra los vinicultores 

Cuando el propietario detectó la presencia de estas botellas, decidió llamar a la policía y avisar al resto de vinicultores para poder comprobar las cosechas y prevenir cualquier problema y no contaminar todos los stocks. Los agentes llegaron sobre las once de la mañana, momento en el que comenzaron a investigar el terreno para encontrar huellas o alguna prueba o indicio para encontrar al culpable o posibles culpables. 

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"La policía me dijo que es la primera vez en 2024, pero el año pasado los vinicultores del sector fueron víctimas del mismo tipo de intento de sabotear la cosecha. No lo sabía nadie habló de eso en ese momento. Es bastante preocupante", destacó la víctima del ataque.  Además de las 35 hectáreas de terreno afectadas por la ofensiva, el vinicultor también deberá comprobar otras cuatro hectáreas de viñedo antes de poder comenzar de nuevo la cosecha.