Los supermercados ahogan a Putin

Los supermercados ahogan a Putin

La subida de los tipos de interés a manos del Banco Central de Rusia (BCR) ha provocado el disparo de los costes de la cesta de la compra. 

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una imagen reciente.Vyacheslav Prokofyev

El país liderado por Vladímir Putin se enfrenta a una subida de precios generalizada que afectará, entre otras cosas, al coste de la cesta de la compra. Actualmente, un kilo de patatas cuesta un 73% más que a inicios del año. Otro de los productos que ha sufrido un incremento en su precio es la mantequilla, que ahora cuesta un 30% más, según los datos compartidos este jueves por el Servicio Federal de Estadísticas. 

Junto a estos dos productos, la cebolla y la remolacha también han subido de precio un 20% y el pan, la leche, el pescado y la crema agria entre un 12 y un 15% más altos que en 2023. Ante esta situación, los ciudadanos rusos tienen que destinar al menos dos tercios de su salario en comida, según afirma Tatyana, una mujer de 72 años de la ciudad rusa de Kirov, al medio 'Bloomberg'. Además, esta subida de precios provocará que muchas familias tengan que renunciar a ciertos productos que antes podían permitirse, como el caviar rojo, tradicional en Año Nuevo en el país. 

Algunos funcionarios, tanto del Ministerio de Agricultura como de la Fiscalía General, han denunciado la situación conforme esta ha ido empeorando, preocupados por el rumbo que puede llevar esta subida de precios. 

Lista de los productos básicos que más han aumentado sus precios 

Los alimentos de primera necesidad que más se han visto afectados por esta subida de precios derivada de la inflación son:

  1. Las patatas: 73% más caro.
  2. La mantequilla: Entre un 20% y un 40% más caro.
  3. La cebolla: Entre un 20% y un 40% más caro.
  4. El cordero: Entre un 20% y un 40% más caro.
  5. La remolacha: Entre un 20% y un 40% más caro.
  6. La crema agria: Entre un 10% y un 20% más caro.
  7. Leche: Entre un 10% y un 20% más caro.
  8. La col: Entre un 10% y un 20% más caro.
  9. El pescado: Entre un 10% y un 20% más caro.
  10. El pan: Entre un 10% y un 20% más caro.
  11. La carne: Entre un 10% y un 20% más caro.

Según afirma Tatyana, en la zona de Kirov, situada a unos 1.000 kilómetros de Moscú, la situación es mucho peor que en las estadísticas nacionales, con alimentos el doble de caros que el año pasado. Igor Krasnov, fiscal general ruso, ha afirmado que realizará una investigación sobre los hechos y llevará a cabo una respuesta. Al mismo tiempo, el primer ministro, Mijaíl Mishustin, ha pedido al Ministerio de Agricultura, que ofrezca la cantidad suficiente de frutas y verduras que la población necesite. 

"Todo este alboroto se está haciendo para que la población asocie los problemas alimentarios con las acciones de los productores y comerciantes" en vez de con las consecuencias de la guerra, afirmó Vladislav Inozemtsev, asesor especial del Instituto de Investigación de Medios de Oriente Medio. "Cuando el precio de la mantequilla estaba aumentando aún más rápido en 2007, nadie en el gobierno estaba preocupado", añadió. 

Algunos de los factores que explican esta subida en los alimentos son el elevado coste de la logística y la producción, junto al del precio de las materias primas y los suministros, el combustible y la alimentación del ganado, entre otros muchos. Además, el debilitamiento de la moneda y el freno de las cadenas de suministro habituales debido a las sanciones internacionales han provocado que algunos productos se vuelvan más costosos que antes, siendo la agricultura uno de los sectores más afectados. 

De hecho, la ministra de Agricultura, Oksana Lut, ha cifrado la escasez de trabajadores en 200.000. Este hecho, unida a las tecnologías obsoletas del país, ha provocado que Rusia dependa en gran medida de las importaciones. Por ejemplo, adquiriendo mantequilla a Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, o huevos a Azerbaiyán, como hizo a principios del año. "La principal herramienta de las autoridades es la fuerza. Las autoridades tienen mucha experiencia en obligar a los productores y a las cadenas a adaptarse y ajustarse", afirmó Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R.Politik. "Pero la presión contundente no es altamente efectiva", concluyó.