Los países de la OTAN empiezan a notar los ataques por GPS
La interferencia de las señales utilizadas por pilotos, automovilistas y servicios de respuesta de emergencia preocupa, ahora también en Noruega.
El goteo es incesante: países vecinos a Rusia, incluso miembros de la OTAN, que están teniendo problemas con su red de GPS. Son perturbaciones que no tienen un origen claro pero que, sospechan estas naciones, provienen de Moscú, un nuevo flanco de guerra híbrida contra sus intereses que no es un disparo, no es una trinchera, pero hace daño.
Ahora sabemos que Noruega se encuentra también entre los miembros de Alianza Atlántica que han informado de un aumento en los problemas de la navegación por GPS (sistema de posicionamiento global), sobre todo en actividades civiles.
La interferencia de las señales utilizadas por pilotos, automovilistas y servicios de respuesta de emergencia es tan preocupante que, según se informa la revista norteamericana Newsweek, las autoridades locales han planteado el problema a la principal agencia de inteligencia de Rusia, el FSB (Servicio Federal de Seguridad).
Ed Mortimer, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la empresa de servicios de geolocalización NextNav, dijo al medio norteamericano que el uso de interferencias es una "herramienta en el conjunto de herramientas" usadas en los conflictos y que Rusia había estado desplegando incluso antes de su invasión a gran escala de Ucrania, en febrero de 2022.
La interferencia del GPS reduce la precisión del posicionamiento y podría causar que los receptores en la cabina de los aviones civiles pierdan sus referencias, aunque los expertos citados por la revista sostienen que el reciente aumento de las perturbaciones sobre el Mar Báltico no amenaza la seguridad de los aviones.
Sin embargo, los países europeos cercanos a Rusia también han expresado su preocupación por los elevados niveles de disturbios. Esto coincide con el enfrentamiento del Kremlin contra Occidente por la guerra en Ucrania y la ampliación de la OTAN, aunque no hay evidencia de que Moscú esté interfiriendo los sistemas GPS a propósito.
El sábado, el sitio web GPSjam, que mapea las interferencias en todo el mundo, mostró altos niveles de interferencia GPS en gran parte del norte de Polonia, Escandinavia y los Estados bálticos, todos ellos miembros de la OTAN.
"Polonia, Suecia y Alemania quedaron absolutamente devastadas por la interferencia del GPS (presumiblemente ruso) el día pasado. Otra vez", escribió el administrador de GPS Jam, John Wiseman, en X (red social conocida anteriormente Twitter), junto a una imagen fija del mapa de la región en su sitio web.
El 25 de febrero, la Autoridad Noruega de Comunicaciones (Nkom) ya dijo que en lo que va del año se habían producido 44 disturbios, casi uno por día. Los pilotos de aerolíneas y ambulancias aéreas civiles que volaban a lo largo de la costa de la región de Finnmark, en el norte de Noruega, informaron sobre interferencias en el GPS, informó el diario local en línea noruego The Barents Observer.
Otro diario, el Dagbladet, informó que la interferencia del GPS atribuida a Rusia ha aumentado "significativamente" desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú. En 2023 se registraron 294 días de disturbios, frente a 122 días el año anterior, y solo 18 días en 2021.
John-Eivind Velure, director de Nkom, afirmó que las perturbaciones se registran a gran altura sobre el suelo y por eso "no son críticas para los aviones, que tienen otros sistemas de navegación". "Si hubiera estado más cerca del suelo, como a la altura de un helicóptero, habría sido mucho más grave", dijo Velure a Dagbladet.
"La interferencia de señales de Rusia en el Alto Norte probablemente no se deba a que esté dirigida específicamente a Noruega", añadió Velure. "Lo más probable es que las señales estén ahí para proteger algo en Rusia, pero luego se extienden a Noruega", ahonda.
La jefa de policía del distrito de policía de Finnmark, Ellen Katrine Hætta, dijo al Observer que su departamento ha planteado la interferencia del GPS al FSB, que dijo que "investigarían el asunto".
Los precedentes
La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) emitió su primer Boletín de información de seguridad (SIB) sobre la interferencia del GPS en marzo de 2022. Este se actualizó en noviembre de 2023 y agregó que "la interferencia y/o suplantación del GNSS (sistema global de navegación por satélite) ha demostrado un mayor aumento en la gravedad de su impacto".
La suplantación de identidad implica la transmisión de señales falsificadas o "falsas" que pueden hacer que los receptores piensen que tienen la señal correcta pero los llevan a calcular información incorrecta de posición, navegación y sincronización (PNT).
Mortimer dijo a Newsweek que la interferencia del GNSS se ha convertido en un arma tanto para actores estatales como no estatales como una forma de causar daño sin declarar abiertamente la guerra. "Hemos visto estas interferencias en el conflicto de Ucrania en los últimos años. Se han intensificado, sin duda", dijo Mortimer. "La interferencia y la suplantación de identidad se han convertido ahora en una herramienta más para este tipo de conflictos, y eso es motivo de preocupación.
"Ciertamente, a los gobiernos les está tomando un tiempo responder. Necesitamos ver resiliencia e incorporar otros sistemas que puedan ser complementarios y proporcionar esa resiliencia para que, si hay una interferencia de GPS o GNSS, esas otras tecnologías que pueden de alguna manera llena el vacío", concluye.