Los dos países de la UE que tejieron la traición del amigo de Putin
La intrahistoria de cómo Hungría acabó aprobando los 50.000 millones de euros para Ucrania, los mismos que había negado en diciembre.
Ucrania ha celebrado que el Consejo de la Unión Europea haya aprobado, tras retirar Hungría su veto, un paquete de ayuda financiera a Kiev de 50.000 millones de euros para los próximos cuatro años, un paso fundamental para evitar el colapso de su administración, cuando la invasión rusa está a punto de cumplir dos años y los avances en el frente son escasos.
Budapest había vetado ese fondo el pasado diciembre, pero las amenazas de represalias por parte del Consejo y de los otros 26 miembros de la Unión surtieron efecto, aunque alguna concesión sí se ha llevado. A la hora de convencer a su primer ministro, Viktor Orban, han sido decisivos Italia y Francia, tal y como ha publicado el digital POLITICO.
No fue sólo un sprint en la cena del miércoles o de la propia cumbre del jueves, sino una tarea de zapa de mucho tiempo. "Fue necesaria una ofensiva de seducción que duró meses", señala este medio, que centra los esfuerzos en la italiana Giorgia Meloni, admiradora de Orban y de extrema derecha, como él. Reuniones y comidas fueron esenciales para ablandarlo, también, por parte de la delegación gala.
Personas familiarizadas con la oficina de Meloni dijeron que comenzó su llamamiento al trabajo diplomático hace meses, con conversaciones y reuniones que involucraron a varios ministros y altos funcionarios, incluso antes de que los 27 líderes no lograran llegar a un acuerdo sobre la ayuda a Ucrania en diciembre, sabiendo que Orban diría que no. El miércoles, las dos delegaciones trabajaron hasta la madrugada en una salida, lo que es también una medalla para la política italiana, conocida antes de tomar el cargo por su excepticismo y sus críticas a la Unión Europea.
El miércoles por la noche, el presidente francés, Emmanuel Macron, también se reunió con Orbán, después de pasar semanas centrado en tender puentes con él. A principios de este mes, intentó ganarse al líder húngaro durante un almuerzo en el Elíseo, añade el diario.
Sus esfuerzos cuajaron en un desayuno que ya era una encerrona: con la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen; el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés, Macron, y la primera ministra italiana, Meloni. Ahí se aclararon las cosas. Los rostros, satisfechos, daban cuenta de que había acuerdo.
La decisión, alcanzada en una cumbre en Bruselas el jueves, fue clave para los líderes de la UE que querían demostrar su apoyo a Ucrania y al mismo tiempo demostrar que eran capaces de mantener a raya la rebelión de Hungría. Orbán ha amenazado repetidamente con utilizar vetos tácticos en una amplia gama de cuestiones europeas para conseguir dinero de la UE.
Los líderes de la UE anunciaron el importante avance en un momento en que la ayuda de Estados Unidos a Ucrania ha estado retenida en el Congreso durante meses y cuando Ucrania necesitaba una inyección vital de dinero en efectivo en su estancada guerra con Rusia. "Esto envía una señal importante también a Estados Unidos", dijo el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, en la sala de líderes después de que llegaron a un acuerdo, dice el citado medio.