Las metralletas norcoreanas ponen de los nervios a los rusos
Los soldados rusos se quejan de los antiguos modelos de ametralladoras enviadas por Pyongyang mientras Moscú se enfrenta a una escasez de equipo militar.
Las tensiones en el frente ruso no solo provienen de los combates, sino también del material que sus soldados deben utilizar. La ayuda militar de Corea del Norte, que incluye misiles balísticos tácticos, sistemas de artillería, munición y tropas, ha llegado a Rusia en un momento en el que Moscú intenta preservar sus propias reservas para una guerra larga. Sin embargo, entre las entregas de Pyongyang, las ametralladoras ligeras Type 73 están causando un considerable descontento en las filas rusas, según Technology.
La Type 73, que debutó en 1973, es un modelo anticuado con claras influencias soviéticas y checoslovacas. Aunque su diseño podría recordar superficialmente a la PKM soviética o a la británica Bren, esta máquina norcoreana ha demostrado ser menos eficiente en el campo de batalla. Con un peso estimado de 15-16 kg, según un soldado ruso, supera con creces los 9 kg de la PKM, lo que la hace incómoda de manejar.
Además, el diseño del cargador montado en la parte superior complica el uso de las miras de hierro, un detalle que no ha pasado desapercibido para los soldados rusos, quienes ya han expresado su frustración por tener que lidiar con un arma poco práctica y pesada.
Corea del Norte limpia sus almacenes
¿Por qué utilizar un modelo tan criticado? La respuesta parece estar en las necesidades actuales de Rusia. Con las continuas pérdidas de equipo en el frente, Moscú está recurriendo a material externo para suplir carencias, mientras intenta conservar su propio arsenal más moderno para un conflicto que parece no tener fin. Para Corea del Norte, esta es una oportunidad de vaciar sus almacenes, entregando un armamento que ya no utiliza y que le permite negociar un intercambio de favores con Rusia.
Sin embargo, para los soldados rusos en el terreno, la llegada de este equipo parece más una carga que una solución. Aunque sus quejas han salido a la luz a través de vídeos y comentarios en redes, su opinión difícilmente cambiará la realidad: las prioridades del Kremlin están lejos de centrarse en la comodidad de sus tropas.
Mientras tanto, el envío de material como la Type 73 pone de manifiesto las dificultades que enfrenta Moscú en términos de equipamiento. A medida que el conflicto se alarga, las decisiones estratégicas en el uso de armamento reflejan no solo una guerra de desgaste, sino también los desafíos logísticos de una potencia militar que recurre a aliados como Corea del Norte para mantener sus líneas abastecidas, incluso a costa de la moral de sus propios soldados.