La trampa letal de Zelenski acaba con cientos de soldados rusos
Putin ha vivido uno de los ataques más desastrosos para sus tropas en lo que va de la guerra.
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El conflicto en la región de Kursk, en el suroeste de Rusia, ha vivido recientemente uno de los ataques más desastrosos para las fuerzas rusas en lo que va de la guerra. Un asalto llevado a cabo por el ejército de Vladímir Putin se vio gravemente frustrado por una astuta táctica de las fuerzas ucranianas, que resultó en cientos de soldados rusos muertos y la destrucción de decenas de vehículos blindados.
A medida que el ejército ruso se ha desplegado en Kursk, con unos 60.000 hombres concentrados en la zona, sus esfuerzos para expulsar a las fuerzas ucranianas se han intensificado. Sin embargo, la resistencia de Ucrania sigue siendo feroz, con la reciente incursión de tropas ucranianas en territorio ruso marcando un hito significativo.
Uno de los objetivos estratégicos más importantes para el Kremlin es la captura de la aldea de Sverdlikovo, que se considera clave para cambiar la dinámica de la situación en Kursk, pues permitiría a las fuerzas rusas lanzar ataques directos sobre la ciudad de Sudzha, la base principal de operaciones de las fuerzas ucranianas en la región.
El asalto ruso y el muro defensivo ucraniano
El ejército de Putin intentó romper las líneas defensivas de Ucrania, que consisten en una compleja red de trincheras, búnkeres, instalaciones subterráneas y fortificaciones antitanque de alta resistencia conocidas como "Dragon Steel". La estrategia rusa consistió en dirigir su ofensiva hacia una brecha en estas fortificaciones, una maniobra que rápidamente se convirtió en un punto de estrangulamiento mortal.
A medida que las unidades mecanizadas rusas se acercaban, las tropas ucranianas desataron una andanada de fuego combinado de artillería pesada, drones y misiles antitanque, lo que destruyó una gran cantidad de vehículos blindados rusos y bloqueó el camino a las tropas que avanzaban detrás.
En medio del caos, los rusos intentaron maniobrar entre los escombros de los vehículos destruidos, pero fueron nuevamente alcanzados por ataques devastadores, que los obligaron a retirarse hacia un bosque cercano.
En este punto, la astucia ucraniana jugó un papel determinante. El ejército de Kiev había dejado deliberadamente poco defendida esta área boscosa, lo que atrajo a los soldados rusos a un lugar que parecía seguro para reagruparse. Pero en cuanto estos penetraron en el bosque, los ucranianos lanzaron un feroz bombardeo con sistemas HIMARS, disparando municiones de racimo en una serie de ataques devastadores.