La OTAN admite la derrota y señala una sola condición para la victoria contra Putin: "No estamos preparados"
Países fronterizos con Rusia alertan de la incapacidad europea para hacer frente a la amenaza rusa sin ayuda de EEUU y exigen un aumento del gasto en defensa.
La alianza militar más poderosa del mundo enfrenta una realidad incómoda: no está preparada para hacer frente a la amenaza de Vladimir Putin sin la implicación directa de Estados Unidos. Así lo han reconocido los líderes de Letonia, Estonia y Finlandia, tres países en la línea de fuego frente a Rusia, quienes han pedido a la OTAN y a Europa un esfuerzo urgente para reforzar sus capacidades defensivas.
“Estamos lejos de estar listos. Eso está absolutamente claro”, declaró el presidente letón Edgars Rinkevics, en una reunión celebrada en Tallinn. “No podemos seguir confiando ciegamente en que Estados Unidos continuará involucrado como hasta ahora”, recoge el diario británico The Independent.
Los países de la OTAN están obligados a gastar al menos un 2% de su PIB en defensa, pero durante años solo un tercio de los miembros cumplió este requisito. Aunque esa cifra ha aumentado a dos tercios en 2024, sigue siendo insuficiente frente al 6,3% que Rusia dedicará a su gasto militar en 2025. Estonia, Letonia y Finlandia, entre los mayores inversores en defensa de la OTAN, han duplicado su presupuesto militar desde 2014, pero insisten en que no basta.
“Debemos aumentar nuestras capacidades defensivas porque Rusia sigue siendo una amenaza y demuestra su incapacidad para operar en un mundo basado en reglas”, afirmó Kristen Michal, primer ministro estonio.
Finlandia, que comparte 1.200 kilómetros de frontera con Rusia, ha reforzado significativamente su capacidad militar. Con una fuerza de 280.000 soldados y un programa de servicio militar obligatorio que cubre a casi un 20% de su población, el país es uno de los pilares defensivos de la región. “No tenemos este ejército por preocupación hacia Estocolmo o Londres. Lo tenemos porque estamos preocupados por Moscú”, subrayó el presidente finlandés Alexander Stubb.
La dependencia de Europa respecto a Estados Unidos es evidente, pero la reelección de Donald Trump como presidente ha generado dudas sobre el futuro de esta relación. Trump ha criticado en repetidas ocasiones a los miembros de la OTAN que no cumplen con sus compromisos de gasto y ha insinuado que Estados Unidos podría reducir su implicación en Europa para centrarse en la región del Indo-Pacífico.
“Trump entiende la importancia de las alianzas, pero su postura añade presión para que Europa corrija su déficit defensivo”, comentó Stubb. Mientras tanto, líderes como Rinkevics sugieren que la OTAN debería elevar su exigencia de gasto mínimo al 2,5% del PIB y, en algunos casos, llegar al 5%.
El apoyo militar a Ucrania sigue siendo un factor clave, pero el desgaste de los arsenales europeos y la limitada capacidad de la industria de defensa complican el panorama. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reconoció recientemente que su ejército no tiene fuerza suficiente para recuperar todo el territorio ocupado por Rusia y señaló la diplomacia como la única vía para evitar que Putin salga recompensado de su invasión.
“Estamos entrenando a los ucranianos, pero nuestra capacidad actual no es suficiente”, admitió Rinkevics. “No solo falta disposición para proporcionar armas, también la industria de defensa no puede producir al ritmo necesario”. Mientras Europa busca soluciones para fortalecer su defensa y mantener el apoyo a Ucrania, la conclusión es clara: sin un mayor esfuerzo colectivo y la implicación de Estados Unidos, la victoria sobre Putin sigue siendo un objetivo lejano.