La isla paradisiaca con menos turistas del mundo y con más obesos del mundo
Con poco más de 12.000 habitantes, eleva sus tasas de sobrepeso por encima del 90% de su población adulta.
Como se podría explicar que una isla de poco más de 21 km² y 12.500 personas, se haya convertido en el país con más obesos del mundo en menos de 100 años. Pues esto sucede en un pequeño territorio del Pacífico, muy cerca de Australia.
La isla en cuestión es Nauru y cuenta con unos índices de obesidad y diabetes desproporcionados y a muchísima distancia del segundo. Actualmente, un 90% de los ciudadanos adultos de este pequeño terreno isleño tiene sobrepeso, mientras que el 60% de su población presenta obesidad.
Para comprender esta fatídica situación hay que remontarse a finales del siglo XIX, cuando se descubrió que Nauru poseía uno de los bienes más preciados de la época por las potencias europeas.
Un caramelo para las potencias
En el año 1888 cayó en manos alemanas y con el estallido de la I Guerra Mundial, el ejército australiano -perteneciente a la Commonwealth- se adueñó de la isla, pasando así a ser propiedad de Reino Unido. Pero, ¿qué escondía esta isla que la hacía tan atractiva a los ojos de los principales países europeos? La respuesta es el fosfato.
Las minas de este preciado bien -que se escondía bajo el suelo nauruano en ingentes cantidades- fue expropiado por la Corona británica durante años, hasta que en 1964, la mayor parte de las minas habían sido saqueadas y explotadas a tal nivel que se pensaba que en pocos años, sus habitantes no podrían continuar viviendo en Nauru.
Pero la situación cambió cuando la isla se independizó de Reino Unido en 1968 y con ello, con el control de las minas de fosfato, que continuaron explotando hasta convertir a su país en el segundo con mayor renta per cápita, solo por detrás de Arabia Saudí, lo que le permitió importar alimentos de Australia, dados los pocos recursos naturales y vegetales de la isla.
El problema era que esos alimentos eran ultraprocesados y azucarados en su mayoría, lo que benefició a que toda la población contrajera, en tiempo récord, todo tipo de enfermedades relacionadas con el sobrepeso y diabetes.
¿Qué ocurrió entonces en Nauru?
En ese momento llegó la hecatombe. En el año 2004 y después de que el G7 considerara a la isla como "no cooperativa", prácticamente todas las empresas dejaron de invertir y trabajar en suelo nauruano, algo que elevó la tasa de desempleo por encima del 90% y la con ello, la pobreza se apoderó de Nauru.
Con todo esto, las importaciones de Nauru de productos australianos se acrecentó debido a que eran productos muy baratos... pero también tremendamente dañinos: hamburguesas, bebidas azucaradas y bollería -lo más barato- llegaron en cantidades ingentes al territorio nauruano, lo que disparó las tasas de obesidad hasta límtes insospechados.
De hecho, según el Observatorio de Complejidad Económica del MIT, solo alrededor del 8% de las importaciones de alimentos de Nauru son frutas y verduras, mientras que más del 40% son productos cárnicos, el 7% dulces y bollería y el 6% ultraprocesados.
Por todo ello, esta pequeña se convirtió en el país con las tasas de sobrepeso más elevadas del mundo y con una esperanza de vida de, como mucho, 67 años, aunque muchos de sus habitantes mueren antes o quedan ciegos o con infinidad de limitaciones físicas a edades muy tempranas.