La Inteligencia israelí alertó antes de 7 de octubre de plan de Hamás de capturar 250 rehenes
Avisó "con alto grado de precisión" del intento de secuestro de civiles y militares. Una revelación que se suma a las declaraciones de altos mandos militares o de espionajes extranjeros en la misma dirección.
La inteligencia israelí conocía con fuentes y antelación al 7 de octubre los planes de Hamás para secuestrar a entre 200 y 250 personas, entre civiles y militares, según información a la que ha tenido acceso la emisora pública israelí Kan, publicada este martes.
El Ejército conocía "con un alto grado de precisión" los planes de la organización islamista, según reveló Kan, cuya cadena de televisión mostró anoche un informe de inteligencia publicado tres semanas antes del ataque en suelo israelí, en el que murieron unas 1.200 personas y fueron secuestradas otras 251.
El informe contiene información sobre los entrenamientos de los milicianos para infiltrarse en bases del Ejército, que antes del 7 de octubre solo estaba preparado para la incursión de decenas de milicianos a través de tres puntos, un escenario muy inferior a los en torno a 3.000 que accedieron a territorio israelí en el ataque.
Este domingo, el Tribunal Supremo ordenó suspender temporalmente la investigación sobre los fallos del Ejército y del Shin Bet, la agencia de inteligencia interna, que permitieron la incursión de Hamás, al considerar que era contraproducente hacerlo mientras está en curso la guerra.
"En vista de la compleja realidad y del alcance de la investigación prevista, la cual perjudicará los combates, la investigación debe suspenderse en este momento", falló el domingo la jueza Canfy-Steinitz ante la petición de Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel y del Foro Escudo Defensivo de Israel.
El Ejército israelí ha abierto su propia investigación interna sobre los fallos que permitieron el ataque de Hamás, y se espera que se conozcan sus conclusiones en el mes de julio.
La brecha en la seguridad israelí que planteó el 7 de octubre apenas ha tenido consecuencias sobre las autoridades, con sólo dos dimisiones de relevancia en el estamento militar, mientras el primer ministro, Benjamín Netanyahu, aún no ha asumido responsabilidades políticas al respecto, a pesar de que un amplio movimiento ciudadano y la oposición le reclaman la convocatoria de elecciones anticipadas por esos fallos y su gestión de la guerra.
El argumento habitual de las autoridades israelíes para postergar estas investigaciones es que se inmiscuyen con la guerra en Gaza, en la que han muerto más de 37.300 palestinos.
El pasado 22 de abril se produjo la primera dimisión a raíz de los ataques al abandonar su cargo el jefe de la inteligencia militar israelí, el general Aharon Haliva, tras 38 años de servicio militar.
La segunda no llegó hasta el pasado 9 de junio, cuando el general de brigada Avi Rosenfeld abandonó su cargo al no haber podido proteger "a las comunidades (fronterizas de Gaza), a miles de residentes, a miles de participantes en el festival de música de Reim y a las fuerzas estacionadas en los puestos de avanzada".
En octubre, el jefe del Shin Bet, Ron Bar, pidió disculpas por lo ocurrido el 7 de octubre y asumió su responsabilidad, pero de momento sigue en el cargo.