La Comisión Europea lanza su estrategia de gestión y prevención de crisis: 30 medidas y un kit para resistir 3 días
Un día después de trascender la creación de un organismo para prepararse y hacer frente a todo tipo de situaciones críticas, o de la llamada a que todos los ciudadanos cuenten con un kit de supervivencia, Bruselas presenta y detalla una hoja de ruta paralela al rearme europeo y a la extracción de recursos críticos.
"En inglés, se suele decir: 'Arreglar la luz mientras el sol brilla todavía'. En Rumanía decimos: 'Prepara tu carroza en invierno y el trineo en verano'". Con estas palabras, Roxana Mînzatu, vicepresidenta ejecutiva de Derechos Sociales y Habilidades, Empleos de Calidad y Preparación de la Unión Europea, realizaba una particular carta de presentación de la nueva estrategia de preparación y coordinación de crisis que ayer trascendía a la prensa y ha sido explicado este miércoles en Bruselas.
Una serie de pilares que se conjugan en paralelo con un plan de rearme militar y de gasto en Defensa ante lo que la Comisión Europea de Ursula von der Leyen considera protegerse de la amenaza expansionista del Kremlin de Vladímir Putin, pero también del giro radical de EEUU que ha pasado de ser ese aliado y socio comercial clave de Europa a un auténtico quebradero de cabeza denominado Administración Trump.
Además de la creación de un organismo de gestión y prevención de crisis de todo tipo, o de la llamada a todos los ciudadanos europeos para que tengan un kit de supervivencia que les permita subsistir 72 horas sin apoyo exterior, se han detallado las 30 grandes medidas que incluye esta nueva estrategia. Ha sido Hadja Lahbib, la comisaria de Igualdad, Preparación y Gestión de Crisis, la encargada de detallar cómo se han ideado y por qué.
"450 millones de ciudadanos. 450 millones de motivos para estar preparadas. Las amenazas que afronta Europa son hoy más complejas y están todas interconectadas", ha comenzado señalando la comisaria, para referirse a las lecciones extraídas del campo de batalla ucraniano, en el que se ha probado la necesidad de armamento clásico como cazas y tanques, pero también de drones. No ha obviado que a una amenaza bélica le acompaña también cualquiera que afecte al "bolsillo de los ciudadanos", en referencia a recursos estratégicos, costes energéticos...
"Son todo campos de batalla que se convierten en armas para amenazar la seguridad de la UE pero también nuestro estilo de vida. Podemos actuar como si nada pasase o podemos coger el toro por los cuernos", ha subrayado Lahbib.

Las 30 medidas clave de la nueva estrategia
En este sentido, estas conforman el grueso de la batería de medidas que componen esta hoja de ruta comunitaria para la nueva Estrategia de Prevención y Gestión de Crisis.
Protección de las funciones sociales esenciales de Europa:
- Desarrollar criterios mínimos de preparación para servicios esenciales como hospitales, escuelas, transporte y telecomunicaciones.
- Mejorar el almacenamiento de equipos y materiales críticos.
- Mejorar la adaptación climática y la disponibilidad de recursos naturales esenciales como el agua.
Promoción de la preparación de la Población:
- Animar a la ciudadanía a adoptar medidas prácticas, como mantener suministros esenciales durante un mínimo de 72 horas en situaciones de emergencia.
- Integrar clases de preparación en los programas escolares e instaurar un Día de la Preparación de la UE.
Mejorar la coordinación de la respuesta a las crisis:
- Establecer un Centro de Crisis de la UE para mejorar la integración entre las estructuras de crisis existentes en la UE.
Fortalecimiento de la cooperación civil-militar:
- Realizar ejercicios de preparación periódicos en toda la UE, uniendo a las fuerzas armadas, la protección civil, la policía, el personal de seguridad, el personal sanitario y los bomberos.
- Facilitar las inversiones de doble uso.
Fortalecimiento de la capacidad de previsión y anticipación:
- Desarrollar una evaluación integral de riesgos y amenazas a nivel de la UE, ayudando a prevenir crisis como desastres naturales o amenazas híbridas.
Incremento de la cooperación público-privada:
- Crear un grupo de trabajo público-privado de preparación.
- Formular protocolos de emergencia con las empresas para garantizar la rápida disponibilidad de materiales, bienes y servicios esenciales, y asegurar las líneas de producción críticas.
Fortalecimiento de la cooperación con socios externos:
- Colaborar con socios estratégicos como la OTAN en movilidad militar, clima y seguridad, tecnologías emergentes, ciberseguridad, espacio y la industria de defensa.
¿Qué debe llevar el kit europeo de supervivencia?: "No pretendemos alarmar, pero..."
En un contexto en el que buena parte de la sociedad desconfía del peaje económico y social que puede dejar una inversión de 800.000 millones de euros en el rearme de los Veintisiete, la idea de un kit de emergencia para sobrevivir 72 horas ha sido vista también con cierto alarmismo y como un elemento de una suerte de nueva aplicación de la doctrina del shock. Sobre todo, tras el fantasma de los mensajes de alarmismo de hace un par de años respecto a un gran apagón.
En sintonía con el tono de su intervención, Lahviv ha sido clara al respecto: "No pretendemos alarmar, pero debemos ser claros sobre la magnitud y los retos a los que nos enfrentamos". En esa línea, ha marcado distancia del claro y lógico "peor escenario posible", el de una guerra.
Pero ha recordado que toda esta estrategia se ha elaborado teniendo en cuenta iniciativas de respuesta que han tenido lugar en la UE, algunas muy recientes. Se ha referido a la participación comunitaria en la respuesta al incendio en la discoteca de Macedonia del Norte, pero también a la catástrofe de la dana que asoló España, dejando 225 muertos.
Ese kit de emergencia todavía es una mochila vacía con una lista que ha de concretarse. De esta forma, se producirán conversaciones para lograr elaborar dicha guía de útiles y productos básicos a almacenar en los hogares. Los países nórdicos, los más aventajados en este ámbito por la dureza de sus condiciones meteorológicas o la cercanía de Rusia, incluyen desde una cocina portátil, hornillos o camping gas a alimentos duraderos fáciles de preparar -pasta, conservas- y agua, pasando por una radio portátil, pilas y baterías. También tarros y recipientes vacíos y desinfectados para poder almacenar líquidos o mantas térmicas.
Depende también de qué caso se trate concretamente pero, por ejemplo, en países bálticos se incluyen tabletas de yodo, como tratamiento de último recurso en caso de un ataque con una bomba sucia o de un escape radioactivo. De forma común, hay recomendaciones válidas para cualquier país, por ejemplo, en esa mochila deberían ir documentos personales plastificados, así como una hoja de contactos cercanos escrita a mano o impresa, también protegida.
Sin duda, la clave de esa recomendación final a los ciudadanos comunitarios pasa indudablemente por establecer las necesidades que se necesitan en un país u otro. "Esta Estrategia está dirigida a las personas y a las sociedades, para garantizar que, cuando se produzca una crisis, todo funcione correctamente y estemos preparados para actuar con rapidez y eficacia. Para ello, necesitamos una nueva mentalidad de preparación que permita a todos saber qué hacer en cualquier emergencia, independientemente de su naturaleza", ha sentenciado la comisaria de Igualdad.
Repaso: ¿qué debería contener uno de estos kits de supervivencia de 72 horas?
- Documentos personales y hoja de contactos (protegidas con protector o plástico).
- Comida enlatada y no perecedera, fácil de cocinar.
- Agua embotellada.
- Camping gas o similar para cocinar.
- Mecheros y linterna.
- Batería y pilas.
- Radio portátil.
- Mantas térmicas.
- *Elementos adaptados a cada situación de riesgo (por ejemplo, si es una zona de inundaciones, la mochila debería ser impermeable).