Israel se desentiende de la resolución de la ONU e insiste en "seguir luchando" en Gaza
El texto aprobado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas obliga a su cumplimiento, pero el ejército hebreo no frena en su campaña. El presidente de Israel llama a capturar al jefe de Hamás en Gaza como objetivo primordial.
La escena en el Consejo de Seguridad resultó histórica. Por primera vez en lo que va de guerra en Gaza, los 15 miembros de este órgano de la ONU acordaron una resolución para reclamar un alto el fuego "inmediato" en la Franja. En paralelo, aunque no vinculado, también solicitaban la liberación de los rehenes capturados por Hamás y el refuerzo de la ayuda humanitaria en un texto que conseguía romper el bloqueo de capítulos anteriores.
Ocurrió el lunes. EEUU optaba por abstenerse tras meses de vetos cruzados y luego de superar el último, el impuesto la semana pasada por Rusia y China a un texto de alto el fuego presentado por Washington. Al final vio la luz una resolución que por venir del Consejo de Seguridad es vinculante y de obligado cumplimiento para todos los países miembros de la ONU, también Israel. Pero las primeras horas tras la aprobación no parecen mostrar avances hacia esa deseada 'pausa humanitaria' por la que tanto se felicitaban las partes.
Al contrario, el ejército hebreo continúa en su guerra contra Hamás. Para más claridad, el presidente de Israel, Isaac Herzog, llamaba a lo largo del martes, a "seguir luchando" con un objetivo evidente, el actual líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar.
"Tenemos que capturar a Sinwar, vivo o muerto, para poder ver a los rehenes de vuelta a casa", explicaba Herzog, llegando a reseñar que "todo empieza y termina con Sinwar". "Es quien decidió llevar a cabo la masacre del 7 de octubre, es quien buscó derramar la sangre de inocentes y el que trabaja para incendiar toda la región".
Herzog ha apuntado además que Sinwar "hace todo lo posible para arruinar la coexistencia" y "desplegar el terrorismo". "El mundo y la región deben saber que la responsabilidad es suya y que no escapará impune".
"No se lo permitiremos", remachaba el presidente, sin hacer referencia al texto de Naciones Unidas, y poco antes de que sus tropas confirmasen la muerte del considerado 'número tres' de la organización, Marwan Issa, en un ataque llevado a cabo el pasado 10 de marzo.
Fracasa la 'vía Catar' entre reproches a la ONU
El estímulo de la ONU tampoco ha servido ante los intentos de conversaciones de paz en Catar, una fórmula ya utilizada con mayor suerte hace meses. Este mismo martes, la parte hebrea se ha levantado de la mesa después de que Netanyahu afirmase que el grupo islamista "no está interesado en continuar las negociaciones".
"La posición de Hamás demuestra claramente que no está interesado en continuar las negociaciones para un acuerdo, lo que supone una lamentable muestra del daño causado por la decisión del Consejo de Seguridad (de la ONU)", ha señalado su oficina. En un comunicado detallan que su oponente "rechaza la propuesta de EEUU" y a cambio "repiten sus demandas extremas", que pasan por el fin de la guerra, el mantenimiento de Hamás en el poder en Gaza y la retirada total del ejército israelí de la Franja.
Ante ello, Jerusalén responde que "no se plegará a las delirantes demandas de Hamás y seguirá actuando para lograr todos los objetivos de la guerra".
Ni siquiera en el frente bélico se ha notado el menor freno. Siempre según datos del Ministerio de Salud gazatí, en manos de Hamás —habitual informador de los balances— en el último día los bombardeos israelíes dejaron otros 81 muertos, para elevar el cálculo de víctimas hasta las 32.414 en algo menos de medio año de guerra.
De ellos, detalla el grupo islamista gobernante, el 72% se corresponde con mujeres y niños. Al mismo tiempo, se registran ya 74.787 heridos, con 93 más a lo largo del martes. A ese cómputo se suman al menos 420 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas de seguridad y de colonos israelíes.
En paralelo, y mientras se prepara una nueva fase para hacerse con Rafah, las tropas han bombardeado el Valle de la Bekaa, un importante bastión del grupo chií libanés Hizbulá y alejado de la frontera. El movimiento aéreo supone un nuevo choque entre Israel y las tropas de Hizbulá, un nuevo capítulo del constante enfrentamiento entre ambas partes.
El 'socio' EEUU, en el centro de la indignación israelí
A nivel diplomático, el paso dado por EEUU no ha sentado nada bien en territorio israelí, que marca distancia con su histórico y gran socio. Apenas conocida la abstención estadounidense en la ONU, Netanyahu optó por cancelar la visita de una delegación hebrea a Washington para debatir sobre la operación sobre Rafah.
Aún más duro fue el embajador ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, para quien "esto es una parodia y estoy asqueado", por lo que "todos los miembros el Consejo debieron haber votado contra esta resolución vergonzosa". Horas más tarde se sumaba el titular de Exteriores, Israel Katz, culpando a EEUU de "un error moral y ético" que considera "dañará" a las autoridades israelíes en las negociaciones.