Hito de Ucrania al lograr devolver los destructores drones rusos a su lugar de origen
Las tropas ucranianas han conseguido infiltrarse en los sistemas de los drones Shahed usando tecnología de suplantación de identidad.
Ucrania denunció este jueves un "ataque masivo" con cerca de 100 drones y más de 90 misiles de diverso tipos que dejó sin luz a un millón de personas. Y es que este tipo de agresiones se están volviendo cada vez más frecuentes e intensas. Aun así, las tropas ucranianas fueron capaces de derribar 114 de dispositivos voladores.
Son muchas las veces que las autoridades de Ucrania afirman haber repelido con éxito los ataques perpetrados por sus enemigos con este tipo de objetos voladores, en concreto contra los drones Shahed. Esto podría deberse a una táctica inédita que las fuerzas ucranianas han desarrollado para enfrentarse a ellos.
Un informe publicado Le Monde revela que los soldados ucranianos han logrado infiltrarse en los sistemas de estos drones de fabricación iraní usando tecnología de suplantación de identidad, lo que les permite redirigir los dispositivos hacia nuevos objetivos, incluidos puntos dentro del propio territorio ruso.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, esta táctica ha permitido cambiar las coordenadas de los drones Shahed en pleno vuelo, lo que no solo ha frustrado los ataques contra Ucrania, sino que también abre la posibilidad de redirigir estos drones hacia terceros países, como Bielorrusia.
Por ejemplo, Rusia lanzó el martes un total de 188 drones Shahed hacia Ucrania, de los cuales solo 17 lograron atravesar las defensas aéreas ucranianas, demostrando la creciente efectividad de las contramedidas implementadas por Kiev.
Los drones Shahed, fabricados en Irán, son dispositivos relativamente simples y de bajo costo, diseñados para saturar las defensas aéreas del enemigo mediante ataques masivos. Cada unidad, que mide aproximadamente 3,5 metros de largo, según informa Kyiv Post, y tiene un alcance de hasta 2.000 kilómetros, cuesta alrededor de 50.000 dólares. Pueden alcanzar velocidades de hasta 185 kilómetros por hora, lo que los convierte en herramientas letales cuando se emplean en grandes cantidades.