Hasan Nasralá, el líder que transformó Hizbulá e intentó plantar cara a Israel hasta su muerte

Hasan Nasralá, el líder que transformó Hizbulá e intentó plantar cara a Israel hasta su muerte

El líder del partido libanés ha muerto este viernes en los ataques israelíes contra Beirut.

Imagen del líder de Hizbulá, Hasan Nasralá.dpa/picture alliance via Getty I

Un clérigo que cambió a Hizbulá. Hasan Nasralá ha muerto este viernes en un bombardeo israelí en el sur de Beirut, según ha confirmado el partido-milicia libanés en un comunicado. 

El Ejército hebreo cumplió con su objetivo, el de atacar las oficinas en las que, en ese momento, se encontraba el dirigente del grupo chií. Una ofensiva que ha terminado con la vida de un hombre que trató de plantar cara a Israel con su participación en defensa de Gaza.

Su muerte no sólo es motivo de tristeza en Beirut. Irán también ha lamentado lo ocurrido y ha asegurado que la resistencia seguirá apoyando a Líbano. Nasralá se convirtió uno de los más fieles aliados de Irán desde que ocupó la secretaria general de la milicia chií Hizbulá en febrero de 1992.

Su escalada en política

Nacido el 31 de agosto de 1960, en Tiro, Líbano, en 1975, recien iniciada la guerra civil entre cristianos y musulmanes, ingresó en la milicia chií Amal y después emprendió estudios coránicos en Irak.

De regreso al Líbano, comenzó a escalar posiciones en Amal, al ser nombrado comisario político en el valle de la Bekaa en 1982 y después miembro del Buró Político Central.

Ese año Israel invadió Líbano bajo el pretexto de acabar con los ataques de la guerrilla palestina, aunque el verdadero motivo fue forzar el nombramiento del cristiano maroní Bachir Gemayel, afín a Israel, para la presidencia libanesa.

Esto influirá notablemente en Nasralá y sus camaradas quienes comenzaron a revelarse contra esta ocupación por lo que decidieron crear Hizbulá, también llamado Partido de Dios.

Esta guerrilla nació como baluarte de resistencia y con el objetivo de destruir Israel con su feudo principal en Baalbeck (al sur).

La guerra particular contra Israel

A partir de este momento Hizbulá inició su guerra particular contra el Estado hebreo y los países que les apoyan. Su atentado más brutal fue el que costó la vida a 241 marines estadounidenses y 58 paracaidistas franceses en Beirut el 23 de octubre de 1983.

En julio de 1993, Israel emprendió su segunda ofensiva "Ajuste de Cuentas" contra Hizbulá que de forma periódica lanzaba cohetes "katyusha" sobre Galilea.

En 1996, el grupo vivió unos de sus peores momentos después de que Israel emprendiera la "Operación Uvas de la Ira" contra objetivos de la organización.

Dentro del seno de Hizbulá, ocupó diferentes cargos, primero como responsable en Baalbeck y después en la Bekaa.

Durante un breve periodo compartió la jefatura del movimiento en Beirut junto a Sayyed Abraham Ameen hasta que se decidió separar el ala política de la militar. Más tarde, Sayyed se encargó de la sección política y Nasralá tomó posiciones en Beirut. Seguidamente se creó el Consejo Consultivo que llegó a presidir.

En febrero de 1992, el Consejo de Hizbulá lo nombró secretario general de la organización dos días después de que su predecesor, Abbas Moussavi, fuera asesinado por un comando israelí. Este cargo lo fue renovando a lo largo de los años.

En 1992, Hizbulá, financiada y armada por Irán con el beneplácito de Siria donde tiene oficinas, entró en el Parlamento después de las primeras elecciones legislativas tras la guerra (1975-1990).

En los comicios de 1996, logró siete diputados y dos "aliados" y en las elecciones de 2000 doce, y en 2005, 14 y actualmente cuenta con 13 escaños de un total de 128, obtenidos en las elecciones legislativas de mayo de 2022. En ese mismo año, Hizbulá fue incluida por Washington en su lista de organizaciones terroristas.

Acuerdo histórico con Israel

El 29 de enero de 2004, Nasralá alcanzó con Israel un acuerdo histórico para canjear prisioneros y cadáveres de soldados, si bien insistió en que eso no significaba cesar su lucha contra Israel.

En febrero de 2005, se posicionó del lado de Siria después de que se viera presionado para retirar sus tropas de Líbano, a raíz del atentado contra al ex primer ministro Rafic Hariri, y del que se responsabilizó a Siria.

En julio de 2006, escapó de un ataque en su domicilio en el que resultó ileso después que su grupo secuestrara a dos soldados israelíes. Este fue el detonante para que Israel emprendiera ese mes una de las mayores ofensivas contra el grupo, que se prolongó hasta el 14 de agosto tras el alto el fuego decretado por la ONU y que causó centenares de muertos.

Oculto desde que se inició de este conflicto, hizo su primera aparición pública el 22 de septiembre en un mitin multitudinario en el que celebraron la victoria. Solía enviar sus mensajes televisados semanalmente, sin dar a conocer el lugar en el que se encontraba por supuestamente miedo a ser asesinado por Israel

En agosto de 2008, anunció un canje de prisioneros con Israel al tiempo que dijo estar dispuesto a cualquier reunión política en aras de la paz.

En agosto de 2010, fue objeto de polémica al dar a conocer a través de videoconferencia fotos sobre la presunta implicación de Israel en el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, en 2005.

El mismo Nasralá reveló en julio que había recibido información de que el tribunal especial que investigaba el caso iba a acusar del crimen a militantes "indisciplinados" de su grupo, si bien aseguró que no iba a aceptar esos cargos.

En mayo de 2013, volvió a posicionarse al lado de Siria cuando milicianos de Hizbulá combatieron junto al régimen de Bachar el Asad en su lucha contra los rebeldes en la región de Quseir, fronteriza con Líbano.

Respecto a su representación parlamentaria, en mayo de 2022 confirmó que su bloque había perdido la mayoría en el Parlamento tras las elecciones, aunque no descartó que en el futuro lograran sumar los 64 apoyos necesarios para recuperarla.

Tras el estallido de la guerra entre Hamás e Israel en octubre de 2023, Hizbulá tomó parte en el conflicto con el lanzamiento de cohetes y misiles antitanques, en una intervención que en último término le ha costado la vida.

"Nasralá está ahora con Alá como gran mártir. Se suma a la caravana de mártires de Kerbala y los mártires inmortales cuya marcha ha liderado durante treinta años de victoria en victoria", ha señalado este sábado el grupo libanés.