Expertos desvelan la paradoja de Putin: el fin de la guerra supondrá el colapso de Rusia

Expertos desvelan la paradoja de Putin: el fin de la guerra supondrá el colapso de Rusia

Un repaso a la economía de la Federación, que las sanciones intentan asfixiar y hasta ahora ha resistido gracias a los países amigos. 

Ciudadanos rusos en una oficina de cambio del Fora Bank en un centro comercial de Moscú, el 20 de noviembre de 2024.Getty Images

La economía rusa ha demostrado ser mucho más resistente desde el inicio del conflicto a gran escala en Ucrania, en febrero de 2022, de lo que muchos políticos occidentales esperaban. A pesar de una avalancha de sanciones destinadas a separar a Moscú del resto del mercado global, ha habido aliados que se han mantenido fieles, de China a India. 

Pero entre el aumento del gasto militar, la dependencia del esfuerzo bélico y la inflación devoradora, "sólo un cambio de política brutal pero necesario podría permitir al Kremlin escapar de un colapso de su economía", expone el medio francés Geo.

Casi tres años después del inicio del conflicto, el arsenal de medidas desplegadas por el Kremlin para proteger su complejo militar-industrial y a los ciudadanos rusos del efecto de las sanciones "es cada vez menos eficaz", dice la noticia. Al mismo tiempo, las previsiones del Gobierno ruso, que prevén un crecimiento del PIB ruso del 2,5% en 2025, según el Ministerio de Desarrollo Económico citado por Interfax, "parecen cada vez más alejadas de la realidad".

Ciertos factores decisivos, como el precio de los hidrocarburos, son difíciles de influir tanto por parte de Moscú como de Occidente. Los ingresos procedentes de la venta de gas y petróleo aportan desde hace décadas una parte considerable del presupuesto ruso, pero el precio del barril de oro negro corre el riesgo de seguir cayendo en 2025. Según el Banco Mundial, el precio del barril de Brent -referencia mundial- podría caer a 73 dólares, su monto más bajo en cuatro años.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha anunciado un aumento de la producción de esta materia prima en 2024, una decisión que debería hacer bajar los precios del barril, mientras que la reducción de las tensiones en Oriente Medio ayuda a estabilizar el camino.

Una variación de unos pocos dólares en el precio del barril sería de capital importancia para Moscú. Según The Insider, una reducción del precio del barril según las proyecciones del Banco Mundial podría aumentar el déficit presupuestario: previsto actualmente en 9.500 millones de dólares, podría aumentar a 28.500 millones en este escenario.

La salud de la economía rusa depende de otra cuestión crucial: la guerra contra Kiev. "El cese de este último supondría un inmenso alivio a largo plazo para las finanzas de Moscú, que tiene previsto destinar oficialmente 145.000 millones de dólares a la defensa nacional en 2025, o el 6,3% de su PIB", dice la información. Pero "paradójicamente, el fin del conflicto sería devastador a corto plazo para Rusia, ya que este gasto militar sostiene la economía del país: entre empleos creados en la industria armamentista, salarios pagados a los militares y primas pagadas a las familias en caso de muerte; el poder adquisitivo de los ciudadanos depende ahora en gran medida del conflicto en Ucrania".

Sin un alivio de las sanciones, "un escenario que probablemente implicaría una retirada de las fuerzas rusas del territorio ucraniano, Rusia permanecería aislada del resto de la economía mundial, complicando cualquier perspectiva de reconstruir la economía".

Otro "problema fundamental" sigue afectando a la economía rusa: la inflación persistente, que un tipo de interés básico aumentó varias veces hasta alcanzar el 21%, no es capaz de detener. De hecho, esta inflación es causada en gran medida por otras políticas rusas, destinadas a subsidiar a los ciudadanos rusos a través de programas de ayuda para mantener su poder adquisitivo a pesar de la guerra. "Una reducción de este gasto ayudaría a moderar el aumento de la inflación a costa de una fuerte caída de la popularidad y un crecimiento mínimo, mientras que mantener los subsidios que apoyan la economía daría rienda suelta a una inflación galopante", añade Geo.

"En otras palabras, para Moscú, el escenario más optimista es probablemente el de un estancamiento total en 2025, lo que ayudaría a calmar la inflación. La otra perspectiva, la inflación descontrolada, presenta un riesgo importante: una disminución del poder adquisitivo de los rusos, con una inflación que supere el aumento de los ingresos relacionados con la guerra. Sin embargo, a Moscú le resulta difícil resolver tal dilema, ya que la aceptación del conflicto en Ucrania por parte de la población está ligada en gran medida a los esfuerzos realizados por el Kremlin para mantener el nivel de vida de los rusos", concluye.

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