Un experto nuclear revela cuántas personas morirían en España a manos de una devastación desde Rusia
La preocupación por una posible guerra nuclear sigue aumentando.
La escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de un ataque nuclear, especialmente tras las reiteradas amenazas lanzadas por el presidente ruso, Vladímir Putin, hacia los países pertenecientes a la OTAN. En este sentido, el medio estadounidense Newsweek ha llevado a cabo un análisis de las potenciales consecuencias de un ataque nuclear ruso contra las principales ciudades de los aliados en Estados Unidos. Y entre dichas ciudades encontramos Madrid.
Escalada nuclear sin precedentes
En septiembre, Putin intensificó las tensiones con unas declaraciones que no pasaron desapercibidas: "Esto incluye aviones estratégicos y tácticos, así como misiles de crucero y drones, vehículos hipersónicos y otros medios de entrega. Rusia se reserva el derecho de emplear armas nucleares en caso de agresión, incluso si el enemigo utilizando armas convencionales supone una amenaza crítica."
Desde ese momento, se ha especulado con que el Reino Unido habría autorizado a Ucrania el uso de misiles proporcionados por el Ministerio de Defensa británico para atacar blancos en territorio ruso.
Los mapas del terror nuclear
Para su investigación, Newsweek explica que ha usado mapas elaborados por Alex Wellerstein, historiador y profesor experto en tecnología nuclear, para evaluar los efectos de un posible ataque ruso con el misil balístico intercontinental R-36M2, más conocido como SS-18 Satan, uno de los dispositivos nucleares más potentes y devastadores jamás fabricados.
Este misil tiene una capacidad destructiva equivalente a 20 megatones de TNT (20.000 kilotones) y un alcance máximo de 16.000 kilómetros.
Impacto en las grandes ciudades y el caso de Madrid
El impacto directo abarcaría 39 kilómetros cuadrados, donde todo quedaría reducido a cenizas debido a temperaturas extremadamente altas. La zona de daños moderados (representada por un círculo gris interno), con una extensión de 1.145 kilómetros cuadrados, vería la destrucción de edificios residenciales y la propagación de incendios de gran magnitud.
En un radio de 6.110 kilómetros cuadrados, correspondiente al área de radiación térmica (círculo naranja), las personas expuestas sufrirían quemaduras de tercer grado, descritas como "a menudo indoloras porque destruyen los nervios del dolor", y que pueden dejar cicatrices permanentes, provocar discapacidades graves o incluso requerir amputaciones.
Por último, en el área de daños menores (círculo gris más amplio), que alcanza hasta 9.035 kilómetros cuadrados, los cristales de las ventanas se romperían, causando lesiones serias por los fragmentos.
En el caso concreto de Madrid, se calcula que 2.664.160 personas perderían la vida y 2.093.680 resultarían heridas. En las primeras 24 horas tras el impacto, se estima que un total de 6.375.201 personas se encontrarían dentro del área afectada por la explosión, abarcando todas las zonas representadas en la simulación.