Europa abandona a los tres países que vigila Putin
Los Bálticos aceleran su producción de munición ante la amenaza rusa.
Con una escasez sensible de granadas de mortero en las reservas de toda Europa, Lituania, Letonia y Estonia están instalando sus propias fábricas de municiones para estar preparadas en caso de un posible ataque de Rusia. En los tres Estados bálticos en el borde de la Unión Europea, que comparten frontera con Rusia, la defensa es una preocupación clave y, al refuerzo de planificación de estos dos años tras la invasión de Ucrania, ahora abordan también una revolución en su industria de defensa.
Según las estadísticas de la OTAN, el gasto en defensa de los tres países superó con creces el mínimo del 2% del PIB en la materia, el mínimo reclamado por el cuartel general de Bruselas, y se espera que aumente este año. Son, pues, miembros ejemplares en su compromiso con la Alianza, cuyas fuerzas están desplegadas en cada país, pero aún así sus mandos militares y Gobiernos creen que es necesario hacer más para prepararse para una posible invasión desde el este.
La idea es impulsar la industria de defensa patria mediante la instalación de fábricas de municiones en la región del Báltico, en medio de la escasez debido a la guerra de Rusia en Ucrania. Además de los propios gabinetes, en el proyecto invertirá la Comisión Europea, al igual que el fabricante de armas alemán Rheinmetall, desvela la RLT, la empresa de radiodifusión pública de Lituania.
La munición se considera una variable crucial para medir cuánto tiempo podrían resistir un ataque los tres estados bálticos. La invasión de Ucrania ha reducido las reservas de municiones de los Estados bálticos, que son firmes partidarios de Kiev. La creciente demanda de municiones ha provocado una escasez de suministros en la UE.
Indrek Sirp, asesor del Ministerio de Defensa de Estonia, explica al citado medio que ya antes de la guerra en Ucrania se enfatizaba la importancia de las municiones. "Puedes tener una fuerza orgullosa y muchas armas, pero si no tienes nada para usarlas, en algún momento las armas ya no serán de ninguna utilidad", dijo. Añadió que para estar "creíblemente preparado" para defender el propio país, se necesitan municiones no para un par de días sino para mucho más tiempo.
El 3 de junio pasado, las autoridades lituanas anunciaron que habían firmado un acuerdo por valor de 180 millones de euros con Rheinmetall para construir una nueva fábrica que producirá proyectiles de artillería de 155 milímetros. Armin Papperger, director general de Rheinmetall AG, afirmó en un comunicado de prensa que esto demuestra que la empresa alemana es uno de los pilares de la seguridad nacional e internacional.
Rheinmetall ya está activo en Lituania, donde opera un centro de mantenimiento con la empresa de defensa Krauss-Maffei Wegmann desde 2022. Se espera que en las próximas semanas se anuncie el emplazamiento de la nueva fábrica de municiones. Proporcionará 150 puestos de trabajo y producirá decenas de miles de proyectiles de artillería cada año.
Erika Kuročkina, viceministra de Economía e Innovación de Lituania, dijo además que se necesitan urgentemente municiones de 155 milímetros, ya que las reservas están vacías. Dijo que la fábrica cubriría las necesidades de Lituania, así como las exportaciones, para ayudar a Ucrania, por ejemplo. Kuročkina esperaba que el hecho de que Rheinmetall estuviera invirtiendo a una escala tan importante en Lituania enviaría señales a otros de que los Estados bálticos estaban a salvo.
"Es muy importante hacer este tipo de inversiones porque no tenemos nuestras propias grandes instalaciones como Alemania o Francia para la industria de defensa tradicional, pero tendríamos una competencia de nicho fuerte", enfatizó. Pero insistió en que no había una carrera entre los Estados bálticos, que cooperaban y reforzaban sus capacidades conjuntas. "El hecho de que los tres países bálticos estén invirtiendo en plantas de municiones es parte de la estrategia de seguridad y disuasión del Báltico", dijo.
Parque industrial de defensa
Sirp explicó que Estonia estaba planeando construir un parque industrial de defensa donde las empresas podrían establecer fábricas de producción. El Estado proporcionaría la infraestructura para que las empresas comiencen a producir municiones y otros bienes militares.
“Calculamos que, si todo va bien, para finales de 2026 la infraestructura básica estará lista y las instalaciones de producción primaria de algunas empresas estarán en funcionamiento”, dijo a la cadena alemana DW.
El objetivo es poder satisfacer las necesidades de las Fuerzas de Defensa de Estonia y también tener capacidad de exportación para la viabilidad económica, y añadió que las lecciones de Ucrania habían demostrado que los ejércitos necesitaban muchas municiones para tener éxito en una guerra.
Estonia, dijo, necesitaba gastar un mínimo de 1.500 millones de euros en diferentes tipos de municiones, y añadió que la producción nacional sería buena para la economía.
"Si hablamos de gasto en municiones, hoy todo este dinero sale de Estonia, hoy no tenemos ninguna producción, sólo se producen algunos componentes", dijo. "La producción local reactiva la economía y crea empleo. Lituania y Letonia también ven claramente una oportunidad para aumentar sus capacidades de producción".
Señaló que en este momento Europa podría producir 1 millón de proyectiles de artillería por año y dijo que debe haber un crecimiento continuo para ayudar a Ucrania. "Se necesitarán muchas municiones durante los próximos 10 a 15 años".
Dinero de la Comisión Europea
A finales de 2023, Letonia creó una empresa estatal denominada Corporación Estatal de Defensa, cuya misión es llevar a cabo una gestión integral de las inversiones y coordinar los procesos relacionados con la producción, según el Ministerio de Defensa letón.
La Comisión Europea le ha concedido una subvención de 41 millones de euros para establecer una instalación modular de producción de cargas de pólvora para munición de artillería en cooperación con otras empresas europeas.
El ministro de Defensa letón, Andris Sprūds, dijo a un canal de televisión letón que esperaba que una planta de municiones estuviera operativa a finales de este año. Dijo que su objetivo principal era proporcionar municiones para las propias necesidades de Letonia.