Esta es la razón por la que Putin no mueve el brazo derecho cuando camina
Se ha especulado que la ausencia de este gesto, casi automático, podría deberse a una enfermedad, pero el motivo es otro muy diferente.
Por lo general, cuando una persona camina tiende a mover los brazos al compás de sus pasos. Pero no es el caso del líder ruso Vladimir Putin, que cuando camina siempre mantiene inmóvil su brazo derecho, siempre pegado a su cuerpo. El autócrata que ha llevado la guerra a Ucrania, que ahora se intensifica en el sur de ese país, desató una gran cantidad de conjeturas a este respecto.
El periódico La Razón se hace eco de esta particularidad, y cita un estudio de neurólogos europeos (un equipo multinacional formado por holandeses, italianos y portugueses) publicado en la revista científica British Medical Journal.
Este comportamiento podría ser un indicio de enfermedad: “Para expertos en desórdenes del movimiento como nosotros, el primer diagnóstico que se nos viene a la cabeza es la enfermedad de Parkinson, que se caracteriza por un movimiento asimétrico de los brazos”, señalaron los autores.
Sin embargo, hubo un detalle que puso en duda esa teoría. Y es que esa manía no era exclusiva de Putin, sino que también se podía ver en otros cargos como el exprimer ministro Dimitri Medvedev y otras figuras del régimen como Sergei Ivanov, Anatoli Serdiukov y Anatoli Sídorov. Estas coincidencias, revisando el historial de todos, despejó todas las dudas. Ninguno está, a priori, enfermo. Todos fueron entrenados en el temible KGB, los servicios secretos de la antigua Unión Soviética.
Un antiguo manual de los servicios de inteligencia soviéticos exhortaba a los cadetes a no mover el brazo derecho para que esa mano se mantuviera en todo momento cerca del arma reglamentaria que tenían colgada en el cinturón.
El estudio concluye, por tanto, que esa manera de caminar se debe a una "adaptación en el comportamiento" motivada por un exhaustivo entrenamiento en el uso de armas, lo que estaría detrás de esa anomalía al caminar. Los investigadores bautizaron esta manera de andar como el "paso de pistolero".