Esperanza frustrada: la junta golpista de Níger no quiere reunirse con la CEDEAO
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental confiaba en que sus enviados, desplazados al país se pudieran reunir con los militares, pero no quisieron.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) ha confirmado que no pudo reunirse ayer martes en Níger con la junta golpista de ese país, que rechazó la visita después de que representantes del bloque, la Unión Africana (UA) y la ONU se pusiesen en contacto con ella para negociar su retirada.
"La misión se canceló después de un comunicado de las autoridades militares de Níger, enviado a altas horas de la noche, que indicó que no podían recibir a la delegación tripartita", dijo la Cedeao a través de un comunicado emitido anoche.
Esa misión "formaba parte de los esfuerzos en curso para encontrar una solución pacífica a la crisis actual en Níger", añadió el bloque de países del oeste de África, que desde el pasado 30 de julio tiene sobre la mesa una posible intervención militar contra la junta golpista si no devuelve el poder al presidente depuesto, Mohamed Bazoum.
Una fuente del autodenominado Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), responsable del golpe, señaló a EFE que la junta considera "inútil" la misión de la Cedeao, puesto que "se conoce su posición" sobre la situación de Níger.
De esta manera, la fuente criticó las sanciones financieras y comerciales impuestas por el bloque regional, así como su amenaza de acciones militares si no se restablece el orden constitucional.
Este jueves, los jefes de Estado de la Cedeao se reunirán en una segunda cumbre extraordinaria sobre Níger para decidir cuáles serán sus próximos pasos, después de que su ultimátum de siete días para que los golpistas se retiren caducase el pasado domingo.
La junta de Níger, por el momento, ha hecho caso omiso a las amenazas de la Cedeao y, además de nombrar a un nuevo primer ministro, reforzar su dispositivo militar y cerrar el espacio aéreo, ha advertido de que el uso de la fuerza tendrá una respuesta "instantánea" y "energética".
Las posibles acciones militares han dividido al continente, con los gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal confirmando de una manera clara la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino.
En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, países cercanos a Moscú y gobernados por juntas militares, se oponen al uso de la fuerza y alegan que cualquier intervención en Níger equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos.
El golpe de Estado en Níger estuvo encabezado el pasado 26 de julio por el autodenominado Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), que anunció la destitución del presidente, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras (que luego se reabrieron) y un toque de queda nocturno hasta nueva orden.
Níger se convirtió así en el cuarto país del oeste de África liderado por una junta militar, después de Mali, Guinea-Conakri y Burkina Faso, donde también hubo golpes de Estado entre 2020 y 2022.