El tanque de la Guerra del Golfo causa estragos a Rusia
Los tanques británicos Challenger 2 conducen a la captura ucraniana de más de 20 soldados rusos.
Las fuerzas ucranianas han proporcionado la primera evidencia confirmada del uso de tanques británicos Challenger 2 en combate durante la operación en la región rusa de Kursk. En dicho territorio, Kiev sostiene que domina ya 1.250 kilómetros cuadrados y casi un centenar de poblaciones, tras iniciar su invasión el pasado 6 de agosto, con resultados espectaculares.
La operación, que también ha llevado a la captura de más de 20 soldados rusos, fue documentada en un vídeo publicado por la 82ª Brigada de Asalto Aéreo de élite de Ucrania, según el medio polaco Tech. Dicha brigada, conocida por su papel crucial en los esfuerzos de defensa de Ucrania, ha difundido imágenes que muestran los tanques Challenger 2 de Reino Unido en acción, marcando un momento significativo en el conflicto en curso.
Aunque ya hubo informes anteriores sobre la participación de la brigada en la operación de Kursk, esta es la primera vez que se confirma la presencia de tanques occidentales, concretamente los enviados por Londres, en un compromiso que inició el Gobierno conservador de Rishi Sunak y mantiene el laborista Keir Starmer. El debate ha sido intenso sobre si se podía usar este material en suelo ruso, pero los hechos han despejado las dudas. Ya no hay líneas rojas.
Reino Unido ha suministrado 14 de estos tanques a Ucrania desde que comenzó la invasión rusa, en febrero de 2022. Según el blog neerlandés Oryx, que rastrea las pérdidas de equipamiento militar, dos de estos tanques ya han sido destruidos por las fuerzas rusas.
Un veterano de Oriente Medio
El Challenger 2, el principal tanque de batalla británico de tercera generación, es famoso por su robusto blindaje Chobham/Dorchester, que lo convirtió en uno de los tanques más resistentes del mundo cuando entró en servicio en 1994. El tanque había demostrado previamente su eficacia durante la Segunda Guerra del Golfo y nunca había sido destruido en combate antes del conflicto de Ucrania.
El arma principal del Challenger 2 es un cañón estriado L30A1 de 120 mm, apoyado por dos ametralladoras de 7,62 mm. Impulsado por un motor de 1.200 caballos de fuerza, el tanque puede alcanzar velocidades de hasta 34 mph, pesa más de 60 toneladas.
En la operación de Kursk, los tanques Challenger 2 se han empleado junto con vehículos blindados Stryker, ayudando a las fuerzas ucranianas a tender emboscadas y capturar a más de 20 soldados enemigos mientras neutralizaban a muchos otros. La 82.ª Brigada también utilizó vehículos multipropósito HMMWV y variantes especializadas de Stryker M1132.
No es suficiente para lo que Ucrania necesita. Su presidente, Volodimir Zelenski, pidió ayer mismo ayuda a las aviaciones europeas para derribar los drones y misiles lanzados contra su país, blanco de una nueva ola de bombardeos rusos que se mantiene este martes.
"Más de 100 misiles de distinto tipo y un centenar de [drones] Shahed" fueron usados en "una de los mayores ataques" rusos contra Ucrania, incluso en regiones occidentales de Ucrania vecinas o cercanas a países europeos, afirmó Zelenski en un comunicado difundido en Telegram. "En las diversas regiones de Ucrania, podríamos hacer mucho más para proteger vidas si la aviación de nuestros vecinos europeos trabajaran junto con nuestros F-16 y junto a nuestra defensa aérea", afirmó Zelenski. "Si esa unión funcionó tan bien en Oriente Medio, debería funcionar también en Europa", añadió, aparentemente refiriéndose a la ayuda de Estados Unidos a Israel para derribar proyectiles iraníes.
