El superyate de un magnate ruso amigo de Putin sigue encerrado en Reino Unido: "Es una advertencia clara"
Hace tres años que se paralizó al 'Phi' en Londres, para "convertirlo un icono del poder y la riqueza de Rusia en un aviso y contundente para Putin y sus compinches".
Un superyate de 46,4 millones de euros, propiedad de un supuesto amigo de Vladimir Putin, acaba de cumplir su tercer año parado en un tranquilo muelle de Londres. Son las consecuencias de tener amistades peligrosas, de esas que invaden Ucrania y se anexionan territorios de forma unilateral.
Los amigos de Kiev se han encargado en estos años de complicarle la vida a la cúpula del poder de la Federación Rusa y eso incluye a los millonarios que hacían vida de grandes por el mundo y financiaban -y financian- no pocas maniobras del Kremlin.
El megabuque, llamado Phi, fue detenido por las autoridades del Reino Unido en marzo de 2022, después de que se impusieran sanciones a Rusia tras su invasión de Ucrania, el 24 de febrero de 2022. Los agentes de la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) irrumpieron en el barco, de 58,5 metros, y le entregaron al capitán una orden de detención, confirmada posteriormente por el entonces secretario de Transporte, Grant Shapps.
Shapps explicó dijo que los funcionarios de Londres abordaron el Phi para "convertir un icono del poder y la riqueza de Rusia en una advertencia clara y contundente para Putin y sus compinches". Directamente.
Casi tres años después, el diario británico The Mirror ha visitado el muelle de Canary Wharf, donde el Phi sigue flotando en el limbo, mientras espera un veredicto. El propietario del barco es Sergei Georgievich Naumenko, un promotor inmobiliario que no figura en la lista de sanciones rusas del Reino Unido, quien presentó el año pasado una demanda ante el Tribunal Supremo contra el Departamento de Transporte (DfT) exigiendo que liberara su superyate y se le pagaran daños y perjuicios por esta detención.
"El yate ahora destaca como un espantajo contra el telón de fondo de los brillantes rascacielos de Canary Wharf, con láminas de plástico transparente, tablones de madera y andamios erigidos en sus cubiertas delantera y trasera", expone el citado medio.
Un trabajador anónimo de Canal and River Trust, que fue visto limpiando basura alrededor del buque, dijo al Mirror: "Se especula con que el andamiaje se ha colocado deliberadamente para que el barco parezca dañado y [a su vez], presionar al Gobierno del Reino Unido para que lo libere".
Cuanto más tiempo esté el barco parado en el muelle, más posibilidades tiene de deteriorarse, agregó esta fuente, pero aún tardaría varios años en desarrollar un desgaste significativo (es un barco realmente potente) y sigue sin estar claro por qué parece estar en obras o reparaciones. El trabajador agregó: "Un barco es como una casa, que se cae desde el momento en que la recibes".
Según los informes citados por el diario, un puñado de miembros de la tripulación, alrededor de cuatro o cinco, están a bordo del Phi todos los días para garantizar su seguridad y realizar trabajos ocasionales, como fregar la cubierta. Si bien el barco parecía estar vacío cuando lo visitó el Mirror este año, había algo de actividad, incluida una luz exterior que se encendía y apagaba, y una bomba de achique activa en el fondo del barco. Trabajos que hay que pagar, día a día, tres años ya.
Un trabajador del canal dijo al medio que el yate estaba vigilado por agentes de seguridad en los primeros días de su detención. Sin guardias a la vista hoy, Phi ha sido el objetivo de varios intrusos que han logrado subir al yate de lujo, que cuenta con una bodega, una piscina de agua dulce y un apartamento tipo ático en la cubierta superior. El trabajador del canal afirmó: "Normalmente, cuando los atrapan, simplemente se escapan".
Al apelar la detención de su yate, Naumenko dijo que solo lo estaban atacando porque era un ruso rico y ha mantenido que no tiene ninguna participación en la política rusa ni ninguna conexión con Putin. El juez Ross Cranston desestimó sus afirmaciones sobre la base de que el yate era "un barco de alto valor [...] y su propietario, el Sr. Naumenko, estaba conectado con Rusia".