El Servicio Secreto reconoce que rechazó proporcionar más recursos al equipo de seguridad de Trump
Según el 'Washington Post' y el 'New York Times', esto ha ocurrido durante los dos últimos años.
Varios altos funcionarios del Servicio Secreto de Estados Unidos han reconocido haber rechazado repetidamente las solicitudes de recursos y de personal adicionales al equipo de seguridad de Donald Trump durante los dos últimos años, según informaciones publicadas por el Washington Post y el New York Times.
Cuatro fuentes familiarizadas con la información, han revelado este sábado al Washington Post que los agentes encargados de proteger al expresidente solicitaron magnetómetros, más efectivos para examinar a los asistentes a los grandes eventos en los que participó Trump, más francotiradores y más equipos especializados. Unas pretensiones que el Servicio Secreto negó en varias ocasiones.
Cambio de versión
Tras la publicación de estas informaciones, el portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, ha confirmado al New York Times que la agencia había obtenido nueva información que indicaba que se podían haber negado algunas solicitudes y que se está revisando la documentación.
"Todos los días trabajamos en un entorno de amenazas dinámico para garantizar que nuestros protegidos estén seguros y protegidos en múltiples eventos, viajes y otros entornos difíciles. Ejecutamos una estrategia integral y por niveles para equilibrar el personal, la tecnología y las necesidades operativas especializadas", afirma Guglielmi.
Tras el intento de asesinato contra Donald Trump perpetrado por un joven de 20 años en un mitin en Butler (Pensilvania), quien disparó al expresidente (2017-2021) con un rifle de asalto a unos 150 metros del escenario, Guglielmi dijo que la afirmación de que un miembro del equipo de seguridad del expresidente solicitó recursos de seguridad adicionales que el Servicio Secreto rechazó era "absolutamente falsa".
Este cambio de versión llega cuando el Servicio Secreto está siendo fuertemente cuestionado por los posibles fallos de seguridad en el evento en el que Trump resultó herido en la oreja por una bala que pasó a seis milímetros de su cabeza. Una persona murió y otras tres resultaron heridas por los disparos del joven, que fue abatido instantes después.
La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, comparecerá en el Congreso el lunes para responder a las preguntas de los legisladores sobre lo sucedido.