El sector del 'coche rojo' agrede al embajador de Rusia en Marruecos
El suceso ha provocado una indignación generalizada en el país y critican la mala reputación que esto provoca a nivel internacional.
El pasado domingo se vivió en Marruecos una situación especialmente tensa, que tuvo como protagonista a un diplomático ruso, que acudió al país alauí para cerrar varios acuerdos con el Ministerio de Pesca y Agricultura. Pero la visita no transcurrió como cabría esperar.
La situación se descontroló cuando varios miembros del sector de 'autos rojos', es decir, el sector del taxi, bloquearon el paso a este diplomático y a su esposa el pasado domingo en Casablanca, cuando ambos se dirigían a un vehículo de transporte 'inteligente'.
Ambos fueron agredidos por un grupo del sector del taxi, y desde ese momento, las autoridades de Casablanca se encuentran en la búsqueda de los agresores, que en el momento de los hechos se dieron a la fuga.
Según explicaron fuentes cercanas, el mandatario ruso y su esposa se encontraban en el restaurante Oval durante la noche del domingo, y una vez concluida la velada, llamaron a una aplicación de transporte inteligente rusa para que les enviaran un coche que les llevara al lugar en el que se hospedaban. Y fue en ese momento cuando los agresores interceptaron el vehículo y comenzaron a increpar y a agredir físicamente al conductor del coche y al matrimonio.
Este suceso ha tenido gran repercusión en Marruecos, ya que el país se prepara para acoger grandes citas en los próximos años, como el Mundial de fútbol de 2030, para el que comparten candidatura con España y Portugal, o diferentes conferencias y cumbres internacionales.
Así, desde Marruecos consideran que esto da una muy mala imagen a nivel internacional y produce un perjuicio y mala reputación que en nada favorece a los intereses del país. Y el asunto es más grave si se tiene en cuenta que esta no es la primera vez que tiene lugar un episodio de este tipo en el país, ya que se han notificado otros en los últimos años.
Por su parte, la sociedad marroquí considera que las autoridades no han sido suficientemente contundentes con estas prácticas, y denuncian que han sido demasiado tolerantes con este tipo de prácticas.