El poder naval de Rusia se hunde
El uso por parte de Ucrania de drones marítimos y misiles antibuque de largo alcance ha reducido a la mitad la flota enemiga del Mar Negro.
La Armada rusa ha enfrentado importantes reveses desde la invasión de Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin. Ahora se sabe que, en concreto, el uso por parte de Ucrania de drones marítimos y misiles antibuque de largo alcance ha reducido a la mitad la flota rusa del mar Negro, lo que ha provocado pérdidas notables, como las del crucero de misiles Moskva y el barco de desembarco anfibio Saratov, informa la web especializada Bulgarian Military.
Con el portaaviones Almirante Kuznetsov fuera de servicio y la flota gravemente dañada, la fuerza naval de Rusia está disminuida. La reconstrucción será larga y costosa y el conflicto en curso hace que sea poco probable una recuperación rápida.
Sin ningún portaaviones en funcionamiento y muchos buques de guerra perdidos ante las fuerzas ucranianas, la fuerza naval de Rusia se ha debilitado. La gran pregunta ahora es si Moscú podrá reconstruir su armada. La flota rusa del Mar Negro se ha enfrentado a grandes dificultades. Según Business Insider, desde febrero de 2022, los ucranianos han dañado o destruido casi la mitad de los buques de guerra de la flota, incluido un submarino.
Curiosamente, Kiev no ha dependido de su propia armada. En cambio, Ucrania ha utilizado drones marítimos no tripulados y misiles antibuque de largo alcance para atacar a los buques de guerra rusos. Esto muestra una nueva fase en la guerra naval en la que los buques de guerra tradicionales corren el riesgo de sufrir tácticas no convencionales.
Dmytro Pletenchuk, portavoz de las Fuerzas Navales de las Fuerzas Armadas de Ucrania, destacó este impacto. Señaló que si bien la Armada rusa comenzó con unos 80 buques de guerra, "las operaciones de la flota del Mar Negro se han visto gravemente obstaculizadas, si no completamente paralizadas".
Los esfuerzos de Ucrania contra la Armada rusa han tenido éxito y han permitido a Ucrania reiniciar los envíos de cereales a través del Mar Negro. Esto es esencial tanto para la economía de Ucrania como para el suministro mundial de grano. También ha obligado a Rusia a desviar su atención de su puerto clave en Sebastopol.
Muchos barcos rusos que Ucrania dijo haber destruido aún no están identificados, según el medio de EEUU. Según se informa, estos incluyen lanchas patrulleras clase Raptor, un barco de asalto de alta velocidad [BK-16], lanchas de desembarco clase Serna y clase Akula, y una patrullera clase Stenka.
Aquí tienes una lista de pérdidas navales rusas confirmadas desde que comenzó la guerra, en la que destacan el barco de desembarco Saratov, el crucero misilístico Moskva, el remolcador de rescate Vasily Bekh, el dragaminas Ivan Golubets, el barco de desembarco de tanques Olenegorsky Gornyak, el barco de desembarco Minsk y el submarino Rostov. Estas pérdidas son significativas.
El daño a las fuerzas navales rusas ha dejado a Putin sin la fuerza marítima habitual. Además, Rusia se ha quedado sin su único portaaviones, el Almirante Kuznetsov, desde antes de la guerra.
Un poder exagerado
El desempeño militar de Rusia durante la guerra ruso-ucraniana "muestra que su fuerza militar posiblemente fue exagerada", afirma el medio búlgaro. Aunque Rusia tiene el tercer mayor presupuesto militar del mundo y una gran fuerza, no ha capturado mucho territorio y ha perdido muchos soldados y equipos. La Armada rusa ha tenido problemas con los drones no tripulados y los misiles de largo alcance. Durante dos años, no se ha adaptado bien y, en el mejor de los casos, ha demostrado ser sólo algo eficaz.
"Rusia parece ser sólo una potencia regional. Su invasión ha luchado durante más de dos años para reclamar un territorio significativo de su vecino más cercano, un vecino que está menos equipado y tiene menos tropas en comparación con el ejército ruso, más grande", añade.
La idea de que Rusia era una potencia global antes del conflicto, o que podría llegar a serlo pronto, parece poco probable. Rejuvenecer la Armada rusa será una tarea larga y costosa. Incluso en las mejores condiciones, reconstruir la flota es un proceso difícil y costoso. Después de dos años de una agotadora guerra terrestre, es dudoso que la Marina sea una máxima prioridad. "Por lo tanto, no esperen que la Armada rusa se recupere pronto", concluyen sus analistas.