El misil que Rusia no puede neutralizar: fulmina las defensas de Moscú en minutos
Las pruebas completas del Dark Eagle marcan una nueva fase en el desarrollo de la tecnología hipersónica.
Lockheed Martin, Northrop Grumman y las Fuerzas Armadas estadounidenses ya están ensayando con su nueva joya de la corona, el sistema de misiles de mediano alcance Dark Eagle. Sus pruebas completas, que incluyen el despliegue de un lanzador remolcado en Cabo Cañaveral, marcan una nueva fase en el desarrollo de la tecnología hipersónica. Entre otras cosas, porque no hay nadie, ni Rusia, que hoy lo pueda parar.
Este tipo de armamento supersónico con el que operan los estadounidenses, está desarrollado para volar a una velocidad superior de Mach 5 y rebasar las defensas aéreas enemigas. El precio del programa Dark Eagle es bastante caro, pero es una parte crucial de la modernización de armas de largo alcance del Ejército. Sus máximos adversarios, China y Rusia, también aspiran a modernizar su armamento, pero por ahora van a la zaga, aunque Moscú sí que acaba de demostrar la capacidad operativa con el Oreshnik, el misil hipersónico "imparable" con el que amenaza a toda Europa desde Minsk.
El programa denominado Dark Eagle, capaz de alcanzar velocidades superiores a 6.000 km/h, ha experimentado una gran popularidad debido a la necesidad del Ejército de renovarse.
En el caso de que el arma funcione correctamente, los militares valoraran desarrollar una versión antibuque, en busca de incrementar su armamento potencialmente.
Dark Eagle, un arma también conocida como Hipersónica de Largo Alcance (LRHW), llega así a un punto decisivo de su desarrollo tras años de espera. "Se trata del segundo ensayo de vuelo completo del [misil] realizado con éxito este año y ha sido el primer ensayo con fuego real del sistema de armas hipersónicas de largo alcance utilizando un Centro de Operaciones de Batería y un Lanzador Transportador Erector", según indica el comunicado de prensa publicado por el Departamento de Defensa de EEUU.
Estamos hablando del segundo avance reciente del país en la incorporación de este tipo de armas, pocos días después de actualizar y sacar del dique seco el USS Zumwalt, el primer buque de guerra de EEUU que podrá usar misiles hipersónicos.
"Esta prueba marca un hito importante en el desarrollo de uno de nuestros sistemas de armas más avanzados", aseguró Carlos Del Toro, Secretario de la US Navy de EEUU, en otro comunicado. "A medida que nos acercamos a la primera entrega de esta capacidad a nuestros socios del Ejército, seguiremos presionando para integrar el Ataque Rápido Convencional en nuestros buques de superficie y subsuperficie de la Armada para ayudar a garantizar que seguimos siendo la fuerza de combate preeminente del mundo".
Los detalles
El proyecto que ahora luce lleva trabajándose desde 2015 y fue en 2019 cuando recibió un importante impulso, a través de James C. McConville, por aquel entonces secretario y jefe de Estado Mayor del Ejército estadounidense. Para llevarlo a cabo, se seleccionó a dos contratistas como encargados del diseño, producción e integración del misil hipersónico, Dynetics, Northrop Grumman y Lockheed Martin, con contratos que superan los 700 millones de dólares.
El arma consiste en un gran cohete propulsor de dos etapas, más de 7.400 kilos de peso y menos de 1 metro de diámetro, que transporta el Cuerpo de Planeo Hipersónico Común (C-HGB) en un cono de ojiva. Como otras armas hipersónicas, una vez que el cohete propulsor alcanza una altitud y velocidad significativas, se libera el C-HGB, un vehículo sin motor que planea a velocidades hipersónicas y puede cambiar varias veces de rumbo para eludir las defensas antiaéreas enemigas mientras desciende hacia su objetivo.