El embajador de Israel ante la ONU se coloca una estrella amarilla en el pecho
El símbolo que los nazis obligaron a llevar a los hebreos en guetos y campos de exterminio esta vez añadía un "nunca más", en referencia al ataque de Hamás.
El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, ha dado la sorpresa en la sede del organismo en Nueva York, al aparecer con una estrella amarilla en su pecho. Ha prometido llevarla hasta que el Consejo de Seguridad condene "las atrocidades de Hamás" del pasado 7 de octubre y exija la "liberación inmediata" de los rehenes llevados a Gaza, más de 200.
El Consejo de Seguridad de la ONU no ha logrado aún aprobar una serie de resoluciones que aborden la situación en Israel y Gaza, debido a una falta de consenso. La iniciativa más completa la presentó Brasil, con una resolución que pedía establecer "pausas humanitarias" y condenaba también los ataques a los civiles de todas las partes, tanto los del Ejército de Israel como los de la milicia palestina. Sin embargo, EEUU la vetó precisamente por hablar de los dos lados. Poco antes, se había tumbado también una propuesta rusa que pedía un alto el fuego inmediato; entonces, Washington adujo como razón para no apoyar el texto que no condenaba las acciones terroristas de Hamás de manera explícita.
Ahora, el recurso elegido por Erdan añadía un eslogan: "Never again", esto es, "nunca más". Es más que simbólico. Durante el régimen nazi, los judíos debían llevar la estrella de David amarilla como una forma de identificarlos públicamente en sus barrios, en sus comercios, antes de que comenzaran a ser llevados en trenes a los campos de concentración y exterminio del Holocausto. A los que se negaban a llevarla se les imponían multas, eran encarcelados o, en ocasiones, incluso asesinados. A veces, la estrella se cosió también más tarde en los uniformes de los judíos que iban a los campos de la muerte, por lo que se ha convertido en el mayor icono de la matanza de más de seis millones de personas.
"De esta forma, pudieron crear una gran brecha entre los judíos y el resto de la población", afirma el Yad Vashem, el centro mundial de conmemoración de la Shoá, de Jerusalén. "La inspiración de los nazis para este distintivo judío procede de la Edad Media, época en la que, tanto en tierras dominadas por los musulmanes como en aquellas por los cristianos, se decretó que la minoría judía debía utilizar prendas de ropa distintivas para diferenciarlos y avergonzarlos por ser diferentes", ahonda. Fue Reinhard Heydrich quien sugirió por primera vez el concepto de las marcas identificativas judías tras el pogromo del 9-10 de noviembre de 1938, la famosa Noche de los Cristales Rotos.
El museo explica además que "casi todos los judíos polacos cooperaron con la ley por temor a un castigo severo", pero hubo rebeldes, también. "En Alemania, la introducción de la señalización fue seguida por una ola de suicidios. Muchos judíos franceses se negaron a utilizarla, y algunos no judíos franceses expresaron su empatía por la difícil situación de los judíos, portando estrellas ellos mismos. Incluso la policía francesa no hizo cumplir el decreto. En Holanda, un periódico clandestino expresó su solidaridad con los judíos imprimiendo 300.000 estrellas, inscritas con las palabras, 'judíos y no judíos son uno y lo mismo'", concluye.